Corre por ahí una respetable corriente de opinión que asegura que los Old 97’s de Rhett Miller llevan tiempo con el piloto automático. Facturando discos que siguen la misma fórmula y que se destacan poco en ese amplio (cada vez menos) mundo del americana. Rápidamente se ha colocado a este duodécimo trabajo – la pista era fácil – de la banda en esa línea, y a mí me parece justamente lo contrario. Me da la impresión que el grupo, por cierto, con los mismos miembros en toda su carrera (algo elogiable sin duda) ha intentado desmarcarse un poco de su sonido más habitual y lo ha conseguido. Aquí suenan poco a ese americana y más a power pop, pop a secas e incluso indie rock. Miller no ha perdido ni un ápice su capacidad para contar historias, pero me temo que ese cambio de tercio sonoro los va a dejar en tierra de nadie y no va a satisfacer ni a unos ni a otros. No sé si será suficiente, pero al menos les quedaré yo. Porque a mí sí que me ha gustado y les casco un notable sin ningún rubor.
Eduardo Izquierdo
