Discomático

Pretenders – Hate for sale (BMG)

Que Chrissie Hynde anunciara un regreso total a sus orígenes, a los inicios de Pretenders cuando eran realmente una banda compacta, y no ella y su inseparable Martin Chambers, podía despertar dudas. Y más tras el fallido intento de ejercer de vocalista de jazz junto a Valve Bone Woe Ensemble, aplaudido por parte de la afición pero muestra palpable de que sus cualidades como cantante dan para lo que dan.

Y, agradable sorpresa, realmente se ha marcado viaje en el tiempo para demostrar que quien tuvo, si quiere, puede retener. Efectivamente, todo en este álbum recuerda a Pretenders, año 1980: pieza breves y directas, guitarras en primer plano, dicción y entonación casi juvenil, equilibrio entre velocidad y medios tiempos infalibles. Este pretendido homenaje a Damned es una pequeña trampa. Es un homenaje a sí misma y la mejor versión de su grupo. No importa que por momentos sea demasiado evidente, que «The Buzz» sea la hermana menor de «Kids», que puedan apreciarse todos los tics y detalles que les hicieron grandes. No importa porque el disco contiene canciones casi redondas, emocionantes por momentos, escúchese «Maybe Love Is in NYC» o el arrebato soul «You Can’t Hurt a Fool», la inevitable dosis de sonidos caribeños y una saludable incitación al desenfreno cuando se impone el rock que mira de frente, en «Hate for Sale» o «I Didn’t Know When to Stop» por ejemplo. El irresistible encanto de lo simple, condensado en diez píldoras. Bien.

Texto: Alfred Crespo

 

 

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