Yetiblack son una banda oculta para muchos todavía. Alejados de estereotipos y llamados a buscar modelos diferentes de explorar el universo rock, plantean una propuesta que viaja desde el post rock hasta el prog-metal alternativo con un planteamiento revisionista de marcado carácter internacional. Algo a lo que están acostumbrados los medios nacionales a promocionar pero que han llamado nuestra atención. A modo de presentación, nos podéis decir quienes sois y de dónde venís (ciudad)? Aparte del lugar de procedencia, si habéis formado parte de algún tipo de formación previa que merezca ser nombrada….
Yetiblack nació en 2012, como nacen muchas de las bandas, en un concierto y con una cerveza en la mano. Durante unos festivales en Granada, se conocen por amigos comunes Shawn (ex-vocalista) e Israel (Guitarrista), y hablando de gustos musicales se dieron cuenta de que tenían inquietudes parecidas y que querían forman una banda, pero sin demasiadas expectativas. Después de contactar convarios músicos de la escena local granadina, entre ellos estaba Cristobal (bajista), de ahí surgiría lo que fue el germen de la banda. En ese momento llamado “Black Yeti”.
Tras muchos conciertos, idas y venidas conseguimos contactar con Alessandro (Batería) y se consolida la base de la banda. En ese momento se decide a cambiar el nombre por el actual “Yetiblack”, más sonoro, y además evitando otra banda más que empiece por black.
El movimiento en Andalucía se está moviendo de forma realmente ascendente y de gran calidad. Pese a que Yetiblack tiene un sonido más metalero, bandas como Moura o los exitosos Derby Motoreta’s que han llevado esa fusión de prog-andaluz que hacía tiempo que no veíamos. ¿Cómo lo vivís? Y dentro del post rock o la escena más metal, ¿qué bandas os han llamado la atención en el Sur?
Siempre nos ha parecido que en Andalucía no se entendía demasiado nuestro estilo, y que era una apuesta muy arriesgada. Las canciones de 8 minutos con continuos cambios de compás y en inglés no están hechas precisamente para vender. Es cierto que se mueven muchas bandas buenas por nuestra tierra y hemos compartido cartel con algunas de ellas como: Sölar, The Tragic Company, Misers o 41 Ravens.
Asumo que Tool o Perfect Circle han sonado mucho en vuestros tocadiscos…¿alguna otra referencia que os vuele la cabeza tanto modernos como clásicos.
Cada yeti es un mundo y tenemos influencias personales muy variadas, desde Pink Floyd hasta los actuales Wheel, aunque se nota claramente que nuestro estilo lo marcan Tool, A perfect circle o Karnivool.
En principio nuestro estilo era mas cuadrado y sencillo, cercano al post rock, al estilo Smashing Pumpkins o con alguna influencia tipo Three Days Grace. Pero según se fue consolidando la banda la tendencia fue a un rock progresivo con sonidos densos y oscuros. Para el futuro puede pasar cualquier cosa ya que la base del grupo es la evolución constante.
Las letras son un valor importante en vuestro proyecto. ¿Quién es el responsable y de donde viene la inspiración? ¿fuentes literarias?
Los cuatro componentes de la banda somos muy diferentes y nuestras inspiraciones son variadas. Un claro ejemplo son algunos textos que hemos incluido en nuestras introducciones de las diferentes giras sacados desde un monólogo del Joker en El caballero oscuro, a un texto de Charles Bukowski. Aunque nuestras letras siempre las han escrito los vocalistas con ciertas sugerencias del resto de la banda y el tema recurrente en ellas es la evolución en todos sus aspectos.
Tras este parón forzoso, ¿qué planes hay en el horizonte? Disco nuevo para este año? Alguna información que nos podáis avanzar sobre concepto, intención, etc?
El Covid-19 ha sido una auténtica putada en todos los aspectos. Al vivir cada componente de la banda en una ciudad diferente y no poder movernos entre provincias los ensayos terminaron con el encierro. Aunque hemos conseguido seguir trabajando en canciones nuevas e incluso grabar de forma casera una versión de “3 libras” de «A perfect circle», de la cual subimos un video durante el confinamiento. Cuando llegó el “bicho”, estabamos trabajando en un próximo disco. Ya hemos adelantado dos de los singles que lo compondrán con sus respectivos videos. Estos temas tienen un sonido más cercano al producto que andábamos buscando. Estos temas se titulan “Stonyroad” y “Pray”.
Muchos de nuestros lectores no os conocen todavía, pero sabemos que la puesta en escena en los conciertos es bastante potente. ¿Podéis explicar en que consiste y cuán importante consideráis el tema visual?
Nuestra puesta en escena busca sumergirte en un universo que te haga escapar de lo que te rodea. Musicalmente pasamos de pasajes tántricos y sosegados, a otros muy contundentes. Para lograr que el espectador se meta en este mundo, utilizamos una iluminación muy tenue, con tonos azules, que es el color que representa esta evolución de la que habla “the seventh stage”. Además interactuamos con diferentes elementos en el escenario e incluimos unas proyecciones acompasadas con cada tema. Y prometemos seguir aumentando el espectáculo.
Pensáis que los medios sirven para algo a la hora de lanzar la carrera de un grupo o nos han comido las redes?
Es una pena para los románticos de la básica pero lo digital se impone con fuerza y hay que adaptarse, aunque todavía quedamos algunos locos que compramos revistas y discos en formato físico. La música siempre se revuelve y la creación no parará. Las formas tendrán que cambiar o adaptarse como lo hace nuestro Yeti, que se volvió oscuro para camuflarse entre las sombras de los seres que pueblan este contaminado mundo.
Texto: Daniel Miralles
