Discomático

Dexys Midnight Runners – Don´t Stand Me Down (Mercury Records)

 

Camino de cumplir los 70 años de vida, Kevin Rowland sigue haciendo lo que le da la gana, sin importarle las modas y el qué dirán, y con el soul como antorcha inseparable. Siempre el soul. Al antihéroe inglés del pop británico, el primer Changinman, el éxito le vino de golpe.

Entre 1980 y 1982 la familia numerosa formada por Dexys Midnight Runners funcionaba como un tiro. El mundo bailaba sus canciones en las pistas de baile. Pero tras dos discos de vientos huracanados, hermanamiento celta, northern soul pasado por un tamiz contemporáneo y un ojo clínico para colarse en las listas de ventas, el bueno de Kevin decidió empezar de cero. Redujo la plantilla de 10 a un núcleo de confianza de 4 miembros. Abandonó la estética de estibador-skin por la del pulcro oficinista. Se entregó a un proceso creativo tortuoso que le llevó a posponer el álbum una y otra vez frente a los nervios del sello. ¿Por qué tardaba tanto? ¿En qué demonios se había metido el chico prodigio que bebía los vientos por Eileen? Pues estaba rematando uno de los tesoros arrinconados de la música pop. A finales de 1985 salió a la luz Don´t Stand Me Down, que no incluyó ningún single. Un suicidio comercial, una obra de arte. Ocho canciones larguísimas entre las que hay suites, spoken word y una desbordante libertad estilística que se condensa en los 12 minutos de «This Is What She´s Like», cima absoluta en la carrera del grupo. El soul vuela libre. Y quizás por ello fue el álbum que precipitó su despedida.

Texto: Jon Pagola

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