Su íntimo amigo, Pepe Birra, a.k.a. Capitán Surfocker, nos comparte esta emotiva despedida, donde glosa su figura e importancia en el mundo del rock and roll, el rockabilly y la música teddy boy.
Conocido como Dj Jordi Rockola, Jordi Aspas se transformaba en sus shows a los platos en el aullador Dj Wolfman Jack. En sus inicios como rocker teddy boy en los 80´s en la ciudad condal, también se hizo célebre bajo el nombre de Tennesse Border. Sin embargo, para nosotros, siempre será el rocker gitano del barrio de Sant Andreu de Barcelona.
Su actividad y activismo cultural fue siempre frenética: organizador de festivales, promotor de conciertos, editor del mítico fanzine Boogie Bop Dame y colaborador en muchísimas publicaciones más. Fue también tatuador, trabajó en diferentes casas discográficas, fue un dj auténtico que llevó por todo el mundo, a través de sus vinilos, el frenético rock and roll de los 50´s y el salvaje rockabilly primigenio. Pero, sobre todas esas cosas, fue un maestro para todos nosotros, un predicador de la cultura cincuentera. Gracias a él, somos miles los que conocimos cantidad de bandas oscuras y salvajes del rockabilly revival de los 70’s a nivel europeo. Para mí, siempre será nuestro Ron Sunglasses patrio.
Este año celebraba sus 30 años como dj de la escena rockabilly, ha pinchado en multitud de fiestas, conciertos y multitudinarios festivales como el Motorbeach, Rockin´ Race, Screamming Festival, Psychobilly Meeting, Funtastic Drácula, Ace Café o Rockers Reunion en Londres, y en todos los países europeos que cuentan con una fuerte escena rocker y ted, tales como Finlandia, Alemania, Suiza, Francia, Inglaterra o Italia. En todos ellos era un un dj amado y venerado por sus excelentes pinchadas y su carácter humilde, de buena persona.
Su sello y su huella perviven también en cada uno de los rincones de nuestro país, tanto en la península como en la islas; allá donde suene rockabilly stomp quedará siempre su recuerdo y su memoria, la de un ser muy querido en la escena y al que se le reconoce su aportación a la expansión y conocimiento de la cultura rockandrollera clásica en España.
Jordi ha sido un referente para muchos y, como decía antes, ha tenido una posición muy relevante como icono culturizador de la escena teddy boy y del rock and roll británico por medio de su fanzine Boogie Bop Dame, sus Festivales Rock and Roll Heaven o sus fiestas Rockin’ the Joint. Jordi era un dj abierto de miras. Así, sin apartarse del crazy rhythm que más le gustaba, tenía una ingente cantidad de música garage, frat o surf music, con tremendos cañonazos acojonantes. Recuerdo una vez que le pregunté por qué no tenía carnet de coche y me dijo que porque se lo gastaba todo en discos. ¡Y así era! Tenía miles y mileeeeeeeeees! Tenía una habitación que era como entrar en el cielo del rock and roll. Y no sólo discos, tenía libros, fanzines, revistas, millones de documentos, fotos, recortes, vídeos vhs, dvd´s, cintas de cassete de programas de música.
Su documentación del rock and roll clásico no tenía fin. Recuerdo cuando me regaló una chapa de del partido de Screaming Lord Sutch al que él mismo sacó una vez a escena con otros teds, en un ataúd. Podía contarte maravillosas historias de tus ídolos: Buddy Holly, Chuck Berry, Jerry Lee Lewis, Gene Vincent, Johnny Kidd , Vince Taylor, o todas las ted bands de los 70’s. Cómo lo voy a echar de menos; nuestras interminables charlas de buen rockin’…
En sus últimos proyectos se encontraba trabajando como colaborador organizando saraos con el Atomic Rock and Roll Club de Barcelona y el 99% Motor Bar, y estaba a punto de sacar, con la discográfica Sleazy Records, la segunda caja de singles con libreto de su banda mítica favorita, a la que amaba por encima de todas las cosas: Crazy Cavan and the Rhythm Rockers.
Un Infarto inesperado nos lo ha arrebatado de este mundo y se lo ha llevado junto a su venerado Crazy Cavan y sus buenos amigos Pauly y Stephan.
Atrás deja a Toñi, una maravillosa mujer que le ha acompañado y apoyado durante todos estos años de locura y rock and roll, y un niño pequeño de año y medio, que crecerá escuchando, en varios idiomas, por tíos grandes con patillas y tupé, lo grande que era su padre.
Para un servidor, ha sido una dura pérdida. Además de un gran amigo y maestro, Jordi era el mejor dj de Rock and roll que había en Europa, y su pérdida deja una cicatriz imborrable en la escena rockin´. Ha sido un honor inmenso haberte conocido, Jordi, y poder haber compartido esta gran amistad, amigo mío; menudas fiestas nos hemos pegado.
ROCKERS AND TEDS WILL NEVER FORGET YOU!!!
Texto: Pepe Birra
