Muchos son los que están empeñados en buscar la originalidad en el mundo del Americana. Y eso los hace ir en contra de las opiniones que aseguran que todo está inventado. Puede que los segundos tengan razón, pero también que es posible alejarse de los cánones establecido y conseguir la publicación de discos que en mayor o menor medida suponen soplos de aire fresco al género. Y en esa se ha liado esta banda de Nottingham – sí, son británicos y no yanquis – que debutan con este disco a pesar de ser viejos conocidos como DH Lawrence y The Vaudeville Skiffle Show. Idea original de sus dos principales compositores, Al Rate y Bill Kerry III, decidieron que ellos eran los ideales para dar una vuelta de tuerca a las músicas del otro lado del Atlántico y que, además, su influencia británica, de la que no pensaban renegar podía aportar a sus canciones cosas bien interesantes. Y así surge este disco sobre la parte más dura de la existencia humana. Hablan de cosas cercanas. De su Nottingham original, peor lo hacen en clave norteamericana protagonizadas en más de una ocasión por violines o acordeones. La muerte, los predicadores, el alcohol, el desamor o las almas perdidas son alguno de sus temas favoritos. Incluso se atreven a soltarle un sopapo al mismísimo Donald Trump con ese «Bye Bye America» en el que aseguran que “el presidente está mintiendo y Disneyland está muriendo. Se acerca el apocalipsis y el presidente está tarareando ¡Viva Estados Unidos!” a ritmo de trompeta mariachi, cosa que demuestra su amplitud de miras. Dotados de un irónico y muy inglés humor negro, es muy recomendable no dejar de lado sus letras porque son ciertamente hirientes y un complemento perfecto a su notable trabajo instrumental. Buen disco.
Eduardo Izquierdo
