Las melodías pop, tan bellas como serenas, son uniformes en “Canyons”, el tercer álbum de Young Gun Silver Fox. El dúo musical se adentra por fin, sin temor, en las profundidades más hondas del soft-rock.
Es cierto que su propia esencia responde a estos caracteres y, sin embargo, nunca han estado tan cercanos al ‘yacht rock’ (o ‘west coast sound’), un sonido del que fueran estandartes artistas como Steely Dan (y al que se juntan por completo, sin titubear). Los Ángeles son casi tangibles durante la escucha de “Canyons”: la luz y el aspecto de la década de 1970, evocada por los diversos sonidos, es total. No cuesta imaginarse algunos de los temas, como ‘Danny Jamaica’ o ‘Just For Kicks’, como implacables introducciones a una vieja serie policíaca. El funk, el soft soul y el soft rock se entremezclan aquí a la perfección, con un estilo que, sin embargo, no crea, sino que recrea. Es, más que nada, un homenaje completamente consciente y certero a aquella época dorada. Sin embargo, es difícil no extrañar un componente que nos haga reconocer la música como propia, y no tan solo como un tributo. Esto no quita ningún valor a la música pero sí elimina, quizás, una parte del alma del álbum.
Texto: Pelayo de las Heras Álvarez
