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Rosanne Cash, digna heredera de un gigante / #EnRutaEnCasa

Foto: Clay Patrick McBride

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Seguramente ha hecho, a sus 58 años de edad y después de una carrera ciertamente irregular en la que, en cualquier caso, brillan unos cuantos éxitos notables, su mejor disco hasta la fecha. Intenso, maduro, recio, elegante y sereno, pero también confortable y amable como una charla junto a la chimenea, “The River and The Thread” alberga un puñado de canciones espléndidas (incluyendo potenciales hits como “Modern blue”, de soberbio y pegadizo estribillo, la preciosa “A Feather´s not a bird” que abre el álbum o ese clásico que parece que ya has escuchado miles de veces pero sigue siendo igualmente resultón que es “When the Master Calls the Roll”).

Grabado junto a su marido, el exquisito guitarrista, productor y compositor John Leventhal, con quien, además, ha compuesto todo el repertorio (en una canción, además, se apuntó también su ex Rodney Crowell, todo queda en familia), el disco muestra a una Rosanne Cash absolutamente dueña de la situación, emotiva e intensa cuando procede, algo más relajada sin perder la concentración en las piezas más ágiles.

Muy lejos quedan aquellos años de juventud en los que la primogénita del gran Johnny Cash se afanaba en reafirmar su propia identidad artística tratando de escapar de la sombre de su padre. En su madurez, muy al contrario, parece llevarse estupendamente con su condición de hija mayor de una de las figuras más prominentes de la música popular norteamericana de todos los tiempos.

Orgullosa y agradecida, Rosanne Cash ha grabado sus últimos discos con Johnny Cash bien presente. “Black Cadillac”, editado en 2006, fue el resultado de los sentimientos y reflexiones causados por la muerte de su madre, de su padre y de su madrastra (June Carter Cash), que se sucedieron en apenas un par de años. “The list” (2009) era la recreación de una docena de la lista de cien clásicos del country y el folk que Johhny le pasó a su primogénita cuando esta cumplió dieciochos años. El recién publicado “The River and The Threat” es un regreso al sur de los Estados Unidos, muy conectado, por cierto, con el proyecto de rehabilitación de la casa en la que vivió Johnny Cash en su infancia, en el que Rosanne fue invitada a participar.

¿Cómo estás de satisfecha con “The River and The Threat”?

– Bueno, ya sabes que, cuando están de promoción, todos los artistas suelen decir que su último disco es el mejor, y me temo que no voy a ser muy original en eso. Casi siempre quedo contenta de cómo quedan los discos que hago, pero es que esta vez estoy convencida de que hemos hecho un gran trabajo. Hemos trabajado en él con mucha intensidad, tal vez más intensidad y dedicación que nunca. Las canciones en general son relativamente recientes, pero a menudo tengo la sensación de que he estado trabajando en ellas desde hace décadas. Es como si el álbum hubiera estado mucho tiempo allí, llamando a la puerta, hasta que por fin ha aparecido.

Foto: Clay Patrick McBride

Lo cierto es que todas las reseñas que he podido leer son muy positivas…

Es halagador que las críticas sean buenas, por supuesto, pero a estas alturas mantengo cierta distancia a ese respecto. No es que me den igual ni mucho menos, pero valoro más mis propias sensaciones y las de la gente más cercana. Si, además, los críticos también creen que hemos hecho un buen trabajo, pues mucho mejor. También me parece bien que eso ayude a que el disco se venda un poco mejor, claro…

Desde el punto de vista de las letras, se trata de un álbum con un hilo conductor, algo cercano a lo que podríamos llamar un “álbum conceptual”…

Sí, absolutamente. No tengo ningún problema en hablar de él como un disco conceptual, porque de eso se trata exactamente. En ese sentido es un disco completamente pasado de moda, porque creo que ahora la música se escucha de otra manera. Pero para mí el álbum de diez o doce canciones sigue siendo el formato adecuado. Me gusta el hecho de que las canciones estén conectadas unas con otras, y que tengan sentido unas en función de las demás. Puedes escuchar cada canción por separado y están bien, pero cobran una dimensión más amplia si escuchas el disco de principio a fin.

Es un disco sobre el Sur de los Estados Unidos, sobre el hogar de tu padre…

Sí, un disco sobre las raíces… el Sur es un sitio muy especial. Hay una sensibilidad y una forma de ver la vida que es solamente de allí. Hay mucha literatura al respecto, muchas historias y también muchas canciones, y todo ese bagaje es algo que me resulta muy cercano, aunque yo realmente no me crié en el Sur, sino en California. Pero está de alguna forma en mis venas desde que nací. Además, viví nueve años en Nashville, lo que me hizo amarlo pero también desear escapar de allí.

A la hora de hacer este disco, hemos tenido experiencias muy emocionantes y, sobre todo, muy evocadoras. Nos llamaron para participar en el proyecto de reconstrucción de la casa en la que vivió mi padre cuando era un niño, y fue fantástico visitarlo. Además, John –Leventhal- tenía desde hace tiempo el capricho de hacer un viaje por la Ruta 61 –que avanza en paralelo al Mississippi hasta Nueva Orleans-, así que decidimos hacerlo.

El sonido, la estructura de las canciones, tu propia voz… todo suena muy clásico, en el mejor sentido…

Bueno, no pretendemos ser originales ni renovar la escena… eso sería ridículo. No queremos hacer música original, pero sí honesta y con alma. Pero creo que también es importante no copiar lo que otros han hecho ya o lo que tú mismo has hecho en el pasado. Cada músico, cada artista tiene su propia voz.

¿Crees que eso es suficiente para conectar con la gente más joven?

Si te digo la verdad, la gente joven no me importa más que cualquier otra generación. Me importa la gente y me gusta tener un público que aprecie mi música, pero me da igual si es más joven o más viejo.

¿Te consideras una fan de la música?

Absolutamente. Me gusta escuchar la música que he escuchado siempre, pero también me encanta cuando me encuentro con algún nuevo grupo que me sorprende.

¿Por ejemplo?

Hay muchos grupos buenos… me encantan Alabama Shakes o los Decemberists.

¿Sigue siendo la música el gran refugio?

En gran medida así es. Para mí, la música es mi salvación. Es algo mucho más grande que una forma de ocio… por eso me da un poco de pena la banalización que parece haberse impuesto en la música entre la gente más joven. Estoy segura de que hay muchos chavales que disfrutan de la música de manera muy intensa y honesta, pero no estoy segura de que todos entiendan la trascendencia que puede tener una canción. A mí la música me da todas las respuestas que la gente busca en la religión.

 

Texto: Pablo Carrero

 

DISCOGRAFIA SELECTA

Seven Year Ache (1981)

Arriesga y vencerás. Una joven Cash da una patada al culo al sonido de Nashville y revoluciona el patio de las country girls. Sintetizadores, baladas soleadas (escuela angelina) y arreglos rockeros se dan de la mano sin miedo en una mezcla ganadora que tiene tanto de Fleetwood Mac como de Tom Petty o Merle Haggard. Su primer masterpiece.

 

 

 

Rhythm & Romance (1985)

Si alguna vez el country fue new wave fue aquí, con permiso de Elvis Costello y Nick Lowe. Rosanne cambia de look, se pone el pelo de punta y da rienda suelta a su lado rockero con un disco de sonido inconfundiblemente ochentero que, si bien no es todo lo redondo que cabría esperar, cuenta con instrumentistas de lujo ─Waddy Wachtel, por ejemplo─ y aloja munición de primera como «Never Be You» o «Pink Bedroom», escritas por Petty y Hiatt respectivamente.

 

King’s Record Shop (1987)

La hijísima se acerca al heartland rock con este elepé casi perfecto grabado con músicos de Mellencamp (Larry Crane) y Petty (Benmont Tench). Contiene algunos de sus mayores éxitos como la versión de «Tennessee Flat Top Box» o «If You Change Your Mind», medio tiempo compuesto a medias con Hank DeVito.

 

Interiors (1990)

Rosanne se separa de Rodney Crowell y signa uno de los álbumes de divorcio más honestos de los 90. Su voz es puro dolor. Sus canciones, un mapa de emociones íntimas envueltas en poesía, guitarras acústicas y pianos tristes. Pinchen «I Want A Cure» o «Dance With The Tiger» y si no se emocionan háganselo mirar.

 

 

 

The Wheel (1993)

Adiós juventud. Hola madurez. Producido inmaculadamente por el fino guitarrista John Leventhal ─con quien Rosanne se casaría en 1995─, el séptimo largo de nuestra heroína ahonda en la senda introspectiva de su predecesor para dar cabida a once cortes de una profundidad musical y una calidad literaria difíciles de encontrar. Por algo era el disco favorito de Johnny Cash.

 

 

 

Rules of Travel (2003)

Rosanne se enfrenta a viejos fantasmas e invita a su padre a cantar un precioso dueto, «September When It Comes», en este uno de sus mejores trabajos. Mitad rock de raíces, mitad country-folk, el cedé energiza el sonido de la estrella vaquera reconvertida en cantautora de aires literarios y la acerca a nuevas generaciones. Aunque se nutre principalmente de material propio, incluye un bonito tema de Joe Henry y Jakob Dylan, «Hope Against Hope».

 

Black Cadillac (2006)

Después de perder a tres seres queridos en menos de dos años (su madrastra, su padre y su madre), Rosanne hace lo que hacen los grandes artistas ─enfrentarse a los golpes crueles del destino componiendo─ y publica el que sin duda es su trabajo definitivo. «House On The Lake», «The World Unseen», «Dreams Are Not My Home… Los títulos hablan por sí solos. Hay recuerdos, hay dolor, hay catarsis. No busquen un disco mejor sobre la perdida, la vida y la muerte y todo lo que queda entremedio. No lo encontrarán.

 

 

 

The List (2009)

Decidida a explorar su pasado sin los prejuicios propios de la juventud, Rosanne echa la vista atrás y escoge once canciones de una lista de cien que su padre le hizo como parte de su educación musical: «Long Black Veil, «I’m Movin’ On», «Silver Wings», «She’s Got You»… La pelirroja no se asusta y lleva los temas a un serpenteante terreno entre jazzy y folkie con la ayuda de Jeff Tweedy, Elvis Costello y Bruce Springsteen. Cosa fina.

 

 

 

Texto Jordi Pujol Nadal

Artículo publicado en el nº 314 de abril de 2014

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