Encuentros

Fundación Tony Manero, «¡nada nos va a parar!»

Dejarnos llevar por la creatividad y la pasión, con esta frase de Lalo López (guitarrista y compositor) nos queda claro que el reinado del disco-funk sigue patente en nuestros días. Una música hedonista creada para no dejar de mover los pies. La Fundación Tony Manero ha sido y es uno de los mayores exponentes de este estilo musical dentro de nuestras fronteras. Una reivindicación sonora que comenzó hace más de veinticuatro años en la ciudad de Barcelona. Desde entonces, han ido puliendo un lenguaje musical propio caracterizado por la sinceridad personal y la calidad armónica.

El próximo 17 de abril de este año publicarám su último trabajo titulado: Disco para Adultos. Una vuelta al sonido disco del Boogie de principios de la década de los ochenta. Un álbum grabado por los Estudios de Nación Funk y editado por Buenritmo. Contando con la colaboración de artistas de talla internacional, como Cimafunk o Joel Sarakula, han creado diez canciones capaces de conquistar la pista de los clubs y recordarnos que la música no debe dejar de sonar, todavía nos quedan bailes pendientes.

Hablamos con dos de sus protagonistas, Lalo López y Miguelito Superstar, para que nos cuenten más sobre su nuevo disco, sus inicios como conjunto o su evolución musical en estas dos décadas.

Es un placer poder hablar con vosotros. En este 2020, cumplís veinticuatro años en los escenarios. ¿Cómo ha sido el camino hasta llegar donde estáis?

Lalo López: ¡El placer es nuestro por estar en Ruta 66!

La verdad es que ha sido una montaña rusa. Hemos crecido profesional, personal y musicalmente con este proyecto. Hemos vivido muy buenos momentos, y otros en los que casi lo mandamos todo a tomar por saco.

En nuestro caso, tuvimos la suerte de tener un inicio fulgurante, teniendo presencia en los medios y llegando a mucha gente. Con esto conseguimos darle mucho empaque al grupo y convertirnos en un proyecto a largo plazo. Nos ayudó en los momentos más difíciles, cuando dejamos de ser un “fenómeno” para volver a nuestro espacio natural, una banda de funk en un país con poca tradición en este género. Hemos trabajado duro para conseguir nuestro propio discurso e identidad, disfrutando mucho y dando rienda suelta a nuestro amor por la música afroamericana. ¡Qué nos quien lo bailado!

En todos estos años, os habéis convertido en el conjunto por excelencia del sonido disco–funk nacional. ¿Cómo creéis que habéis evolucionado, tanto vosotros cómo vuestra música?

Miguelito Superstar: Todo lo bien que hemos sabido/podido, que posiblemente no es mucho. Desde nuestra enseñanza básica haciendo versiones, hasta una enseñanza superior componiendo nuestros propios temas. Nuestro trabajo ha sido intentar crear una manera de definirnos personalmente a partir de un lenguaje apropiado.

Si echarais la vista atrás, ¿qué le diríais a aquellos chicos que hacían versiones de disco music en la sala Bikini?

 L.L.: Si les dijésemos algo seguro que les daría un bajón… Fueron nuestra ilusión y las ganas de tocar las que nos han llevado a lugares que nunca hubiésemos pensado. A lo largo de los años, hemos tomado decisiones erróneas y confiado en personas equivocadas. Aun así, cada disco ha sido un nuevo reto, una etapa en la que hemos conocido a gente maravillosa que ahora forma parte de nuestra vida. El único consejo válido es dejarse llevar por tu creatividad y pasión.

Vuestro nombre viene por el protagonista de la película Fiebre del Sábado Noche. ¿Recordáis el día que visteis por vez primera aquella mítica película? ¿Empezó ahí vuestro amor por este estilo musical?

 M.S: Si te soy sincero, no soy capaz de recordad la primera vez que vi FSN, pero si te puedo decir que la he disfrutado infinidad de veces. Hubo una época en la veíamos de forma cotidiana, como quien se va a tomar unas cervezas al bar: ¿Nos ponemos Fiebre del Sábado Noche? (en VHS, por supuesto). Incluso nos sabíamos los diálogos de los momentos gloriosos. En cualquier caso, no fue nuestra introducción a la música disco, sino más bien al revés.

 En estos momentos difíciles que estamos pasando, hemos comprobado que la música es una importante vacuna emocional. ¿Qué significa para vosotros?

 L.L.: Ya sea como creador, intérprete o melómano, la música te transporta a una dimensión paralela por encima de la realidad. Para mí es algo cercano a la epifanía. Ese momento de encontrar la melodía apropiada para la base que has compuesto o el momento en el que descubres una canción, la escuchas por primera vez, y algo explota en tu cerebro dando a tu vida da un giro de 180 grados… Para mí, la música es magia e imaginación. Sé que para muchos es casi matemática, pero para mí es un misterio que no quiero descifrar.

Tras el intimista y personal Lugares comunes, a mediados de abril saldrá vuestro nuevo álbum, Disco para adultos. Un disco que representa una vuelta al sonido Boogie de principios de la década de los ochenta. ¿Qué nos podéis contar sobre este nuevo proyecto?

L.L.: Aunque hemos jugado con la idea de los tópicos literarios del género (fiesta, baile, chicas, discoteca), la realidad es que tenemos ya más de cuarenta y no somos unos fiesteros. Unos cuantos ya tenemos hijos e hijas y salir es complicado. Y por supuesto, no somos el prototipo de ligón de la pista de baile. El concepto del álbum es hacer música disco siendo coherentes con nuestra vida. Un discurso musical a través del boggie de bandas como Change, Sharon Redd o D-Train. Un disco creado con humor, cariño y respeto, intentando buscar la complicidad de nuestro público, que ya está en el mismo momento que nosotros.

¿Cómo fue el proceso de producción y creación de Disco para Adultos?

L.L: A nivel de creación hay temas de muchos de los miembros, aunque reconozco que muchas veces dejo poco espacio a los demás. ¡Soy muy rápido componiendo!

A partir de mis demos caseras vamos enriqueciendo el material con las aportaciones instrumentales de cada miembro y arreglando los temas sobre la marcha. Miguel siempre acaba ejerciendo de “dj/productor”. El propio tema define la dirección sonora, tratando de usar sonidos, fundamentalmente en los teclados, que le den ese aroma a disco de los ochenta y coherencia musical a todo el conjunto.

Uno de los primeros adelantos es “Femme Fatale”. Un hit creado para romper la pista de baile mediante un sonido electrónico, y mucho disco – funk. Una canción que trata una historia de amor un tanto perjudicial. ¿Qué queríais expresar?

M.S: La canción eleva al nivel de película de cine negro la típica situación poco recomendable en la que muchos nos hemos encontrado: te encuentras sólo, y, en un momento de debilidad, llamas a esa persona que sabes que no es buena para tu salud emocional, pero hacia la que sientes una irremediable atracción. Los resultados, al final, acaban siendo desastrosos.

Además, en este disco, colaboráis con el australiano Joel Sarakula en la canción “Words” y con el cubano Cimafunk en “Musicofilia”. ¿Cómo ha sido trabajar con ellos?

L.L.: ¡Fácil! A Joel, tanto yo como Beni Benaiges (batería) estuvimos trabajando como acompañantes en su gira por España, haciéndonos buenos amigos. Le ayudamos en todo lo que estaba en nuestras manos, sintiendo una fuerte admiración por él y su trabajo. Cuando le comenté la posibilidad de colaborar en nuestro trabajo estuvo encantado. Le puse una base, y, en una tarde, ya tenía la melodía y parte de la letra.

Con Cimafunk, la idea partió cuando lo flipé en su primera actuación el año pasado en Barcelona. ¿De dónde había salido ese Larry Blackmon cubano? Cuando nos conocimos, mostramos una admiración mutua, y, tras varios emails, le comenté la posibilidad de colaborar con nosotros. Cimafunk aceptó a ciegas, incluso sin escuchar el tema que le queríamos pasar. Le gustó bastante y pese a sus muchos compromisos que está teniendo, a raíz de su despegue en EEUU y Europa, al cabo de un mes teníamos siete pistas de voz en las que derrochaba todo su talento natural.

Otra de las canciones que nos han sorprendido es “muñeco analógico”, una feroz crítica al abuso de las redes sociales. ¿Cuál es vuestra opinión sobre la revolución digital y su uso, sobre todo en los nuevos grupos? ¿Creéis que se está utilizando de manera errónea?

 M.S: La revolución digital es maravillosa y las cosas que los nuevos grupos hacen con ella nos parecen increíbles y estupendas, pero simplemente, no entiendo la mitad de los contenidos.

¿Qué bandas nacionales e internacionales están llamando vuestra atención?

Pues la verdad es que con dos de ellas, como comentábamos, hemos tenido la suerte de contar con ellas en este nuevo disco. También destacaría a los italianos Calibre 35, los holandeses Jungle By Night, o los ingleses The Comet Is Coming, Lizzo, Childish Gambino, o, a bandas y solistas de Hip Hop como Tyler The Creator, The Interne. Sin olvidarnos de José Luis Pardo, ex guitarrista de Los Amigos Invisibles y productor en Nueva York, al que amamos.

Tras estos duros momentos, el mundo musical también se está viendo duramente afectado. ¿Cómo podremos solucionar este grave problema? ¿Debemos apoyar más que nunca la música?

M.S: Simplemente apoyarla ya estaría bien.

Una de las claves de la Fundación Tony Manero son sus energéticos y espectaculares directos non stop. Debido a estos sucesos acontecidos, ¿dónde y cuándo creéis que podremos disfrutarlos?

En estos momentos, todo está en el aire. Estamos tratando de reubicar las fechas de cara al otoño, en el que esperemos que la situación se haya estabilizado y todo el mundo pueda volver a su vida normal, disfrutando de la calle, los clubs y las salas, como siempre lo ha hecho.

Si en verano no se anulan conciertos al aire libre, allí estaremos, y si no, seguro que en otoño lo daremos todo presentando “Disco Para Adultos”. Ya tenemos mucho trabajo avanzado del repertorio de directo, arreglos muy guapos, momentos intensos de baile, y, sobre todo, mucho Funk. Y por supuesto, no dejamos que esta situación nos paralice. Seguimos generando material en redes y planeando nuevos movimientos. ¡Nada nos va a parar!

Texto: Víctor Terrazas

 

 

 

 

 

 

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