Encuentros

Christopher Paul Stelling, un lugar donde colgar el sombrero

Calificado como uno de los artistas más notables del folk norteamericano contemporáneo C. P. Stelling nos visitará de nuevo, cuando la pandemia lo permita, con un flamante trabajo bajo el brazo, Best of Luck, producido nada más y nada menos que por Ben Harper y en el que muestra algo más de músculo guitarrero y gusto por la electricidad.

Christopher es una persona de espíritu nómada que ha viajado mucho y ha vivido en diferentes lugares, sobre si ese aspecto influye en la creación artística responde: “Moverse no tiene una influencia excesiva a la hora de escribir canciones, lo hace más la razón interna que me lleva a mudarme. Aunque creo que simplemente es que tengo un alma, digamos, inquieta”. Ante mi contrapunto de que ahora lleva un tiempo instalado en el mismo lugar, Asheville, afirma escuetamente, “Verás, viajo lo suficiente para que el lugar donde cuelgo mi sombrero no sea especialmente relevante, es solo el sitio donde guardo mis cosas”. Su disco del 2017, Intinerant Arias, obtuvo mejor respuesta que los anteriores y dio un mayor impulso a su carrera, “Todos los discos son diferentes, son exactamente como te sientes en ese momento, quizás tenía más partes con banda completa que los anteriores, algo que me interesaba en ese momento”.

Ante la etiqueta de gran esperanza blanca del folk que se le ha colgado se muestra rotundo, “Solo soy yo, no soy un género, tengo muchas influencias, el folk es solo una de ellas, ningún género es tan poderoso como la música en sí misma. La música es un todo, dejemos de ponerla en cajas”. Y se niega a dar nombres concretos como influencias primordiales: “Estoy influenciado por todo, no solo por temas musicales. Tomo como influencia todo lo que ocurre a mi alrededor. Los libros y las películas tienen tanto peso como la música. Incluso en ocasiones me influye música que ni siquiera me gusta. A veces me preocupa que las personas asuman que esa influencia significa que solo porque te guste algo lo imitas, no es así como funciona para mí.”

Su relación con Ben Harper viene de lejos, ha girado con él y ahora ejerce de productor en este nuevo trabajo, “Ben ha sido un gran apoyo para mí carrera y mi persona, algo así como un defensor y sobre todo un buen amigo. Es bueno tener amigos, especialmente amigos con una larga trayectoria y que siempre pueden enseñarte algo.” El título del nuevo álbum se puede interpretar como una bienvenida o como un adiós, requerido por su significado y por las afirmaciones de que hay una profunda carga emocional en sus canciones liquida el tema de manera concisa, “Soy muy afortunado de poder seguir haciendo música. Afortunado de poder haber grabado un nuevo disco y de poder seguir en la carretera tocando. Sí, me entregué mucho en este disco y espero tener mucho más para dar en un futuro. Las letras vienen dadas por experiencias personales y, como te decía antes, por lo que sucede a mi alrededor. Es mi todo”. Le comento a la hora de finalizar la entrevista que me gustó mucho la primera vez que lo vi en concierto, en el Festival de Blues de Cerdanyola, en su edición del 2017, y se muestra correspondido, “Muchas gracias, aprecio mucho que me digas eso, en el concierto en Barcelona espero verte y agradecértelo en persona”.

Manel Celeiro

Fotos: Chris Phelps

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