A veces uno tiene la necesidad de lo simple. De no pensar. La vida pasa a nuestro lado a un ritmo vertiginoso. Superándonos en muchas ocasiones. Y entonces necesitas esos remansos de paz que te da la música que entra sin esfuerzo. Directa. La que te hace palpitar. Si es solo rock and roll y nos gusta ¿para qué complicarlo? Y ese debe ser el axioma que intuyo guía a Nato Coles y sus chicos, cuyo disco emana simplemente eso, rock and roll. Influidos por el sonido New Jersey de Bruce Springsteen, pero también por The Hold Steady o Thin Lizzy. Aunque insisto, no se compliquen la vida. Ellos van al grano y les da igual que una u otra referencia aparezca en su música. Riff de guitarra contundente, buena melodía, voz más que apañada y letras sobre la noche, coches y lo bien que sienta una cerveza fresquita. Pero es que, además, lo hacen muy bien. Diez temas sin desperdicio que, no sabes muy bien por qué, te encuentras pinchando una y otra vez. Así que, si son de los que se pasan el día echando de menos a Marah o a The Gaslight Anthem, ya tienen con qué ahogar sus penas. Verán como no se arrepienten.
Eduardo Izquierdo