Pottery son una banda ambiciosa de Montreal, Canadá. En una ciudad fría, cosmopolita, que actualmente está dando a luz una escena musical tan prolífica como su literatura literatura o arquitectura, nuestros protagonistas de hoy son hijos del post-punk, del rock alternativo y de la música dance. Con Lady Solinas sorprendieron a propios y extraños por su frescura, recordándonos a Joy Division o a Can.
En junio está prevista la gira por nuestro país pero a fecha de hoy no podemos confirmar si será posible. Charlamos con ellos sobre Hank Williams, Valerie Solinas, Courtney Barnett, lo bonita que es la magia del debutante y, sobre todo, de su último trabajo: No.1.
¿Cómo se formo Pottery?
Nos conocimos todos en el mismo sitio: Montreal, Canadá. Frecuéntabamos los mismos bares, los mismos lugares y, además, cada uno tocábamos en otras bandas. Incluso nuestro batería actual, Paul Jacob, que tenía un proyecto solitario, decidió que era el momento de que todos nos juntáramos y montáramos nuestro propio grupo.
¿Qué podemos encontrar en vuestro nuevo disco? ¿Cuál es la diferencia que podemos encontrar respecto del EP?
Obviamente, hay diferencias. Quizás, la mayor diferencia es que somos una banda mucho más madura que antes. Pero esas diferencias no son buscadas, sino fruto de nuestra evolución como banda, del paso del tiempo. Este disco es, simplemente, una extensión de nuestro EP.
Os inspiró Hank Williams para una canción. Contadme la historia.
Estábamos ensayando un riff y varios ritmos de guitarra, bajo y batería, cuando justamente, nuestro guitarrista estaba tocando otro riff distinto y un amigo que estaba presenciando el ensayo dijo: «Wow¡, esto suena como una canción de Hank Williams pero tocada a toda velocidad». Nos hizo mucha gracia y decidimos titular esta canción «Hank Williams».
Vais del post-punk al rock y de ahí a la música dance e inversa. Esos giros que hay en vuestras canciones me encantan.
Nosotros tocamos la música que nos gusta y que, a nosotros, como público, nos gustaría escuchar. No hemos creado un sonido específico ni tampoco es nuestra intención. Nosotros, como banda, cambiamos constantemente. Cambia según el día que la escuches.
No sé cómo llevaréis las comparaciones con Fontaines DC o Slaves. Pero parece que cuando una banda empieza a destacar, como es vuestro caso, siempre os tienen que vincular a otras bandas.
Fontaines DC son buenos amigos nuestros. Son una gran banda y merecen el éxito que están teniendo. Es halagador que te comparen con grandes músicos como Fontaines DC y Slaves: significa que estamos haciéndolo bien.
Luego tenemos la historia de Valerie Solinas y su asesinato fallido a Andy Warhol. La historia es alucinante. ¿Por qué decidisteis hacer una canción sobre ella?
Como dijiste: es una historia alucinante. Nos ofreció una historia sobre la que escribir desde otro ángulo, desde otra perspectiva. Nos apetecía alejarnos de historias autobiográficas y componer algo distinto
En la canción, de hecho, cantáis: «¿Asesina o feminista?» ¿Cuál es vuestra opinión?
Es al oyente a quien le toca juzgar, no a nosotros. No podemos dar una respuesta concluyente a tu pregunta, porque nosotros pensamos que es mejor no decir ciertas cosas. Nos gusta estimular la imaginación de nuestros fans.
Habéis colaborado con Courtney Barnett. ¿Cómo fue el encuentro?
Tocamos con ella en Montreal. Fue el mejor concierto que hemos dado en nuestra ciudad. Fue alucinante. Courtney es una gran artista y una excelente persona. Es adorable. Fue genial tocar con alguien a quien admiras.
¿Qué expectativas tenéis de la gira que vais a hacer en España?
Nunca hemos tocado como Pottery en España. Nuestro batería, Paul Jacob, sí que ha estado en vuestro país con otros proyectos, pero nosotros, no. Él ama España, así que a nosotros es seguro que también nos guste vuestro país.
Texto: Alejandro Zambudio
Foto: Luke Orlando
