Han patentado su propio estilo, que no es otro que una mezcla de la esencia del góspel con otros géneros como el soul, funk o afrobeat. Incluso en este, su cuarto trabajo, ‘Vol. 4’, se atreven con ritmos cubanos. Desde Holanda, Michelle David & The Gospel Sessions continúan con su trabajo para demostrar que se pueden descubrir muchos caminos musicales a partir de géneros tradicionales, algo que ponen de manifiesto en este trabajo, con un gran resultado después de haber atravesado malos momentos.
Después de tres álbumes como banda y otras muchas experiencias anteriores, ¿cómo ha sido el periodo de composición de este nuevo trabajo?
Paul: La composición de los tres primeros álbumes fue realmente rápida. Fuimos adaptando algunos borradores y las canciones fueron apareciendo. Ahora ha sido diferente y más duro: al principio estuvimos demasiado ocupados con conciertos y viajes; entonces, cuando tuvimos algo de tiempo, nos encontramos con la enfermedad que padeció Michelle. Ella ya ha superado el cáncer y los tratamientos, ¡así que estamos en la carretera otra vez!
Michelle: No fue tan fácil como los trabajos anteriores, porque las letras no han fluido tan rápido… Me sentía frustrada de decirlo tantas veces, pero cuando todo fluyó solo nos llevó unos días…
Onno: Personalmente, siempre disfruto de la composición de letras, pero esta vez ha sido más dura, la verdad. Estábamos de gira, constantemente, y luego pasó lo de Michelle… Al final, hacer este álbum ha sido divertido y creo que hemos hecho nuestro mejor trabajo con diferencia.
¿Qué os llevó a formar la banda?
P: Hemos llevado a cabo una particular “investigación” hacia las raíces del soul y el funk que amamos y tocamos desde hace años. Al principio todo fue un proyecto, pero desde que dimos nuestro primer concierto tuvimos claro que esto sería más especial.
O: Siempre hemos sido muy fans de la música góspel, que es la raíz de toda la música que nos gusta, pero no estábamos dispuestos a hacer un disco tradicional con arreglos de hammond y coros, así que nos preguntamos a nosotros mismos qué pasaría si despejáramos al góspel de sus ornamentos. Así fue como hicimos el ‘Vol. 1’ y en cada álbum tratamos de añadir más arreglos e intentamos hacer diferentes cosas, musicalmente hablando.
Cómo ha sido la evolución de la banda en todos estos años?
P: Empezamos con algo muy básico: dos guitarras y alguna percusión, tocando en pequeñas iglesias. Entonces fue cuando fuimos pisando cada vez escenarios más grandes y nuestro sonido también se fue agrandando: añadimos un barítono, luego un bajo, baterías más contundentes, vientos, más percusión… Además, ahora siempre llevamos un sintetizador en el escenario.
M: Esto no deja de ser una fantástica experiencia en la que nos hemos expandido y crecido nosotros mismos. Los sonidos y la creatividad que he hemos adoptado me ayudan mucho a nutrir lados que nunca supe que encarnaba.
O: Hemos ido incorporando cada vez más estilos musicales de diferentes países y continentes. Tenemos un estilo propio heterogéneo, envuelto en un manto de soul, blues, jazz y afrobeat.
Imagino que los asuntos de salud de Michelle (ha superado un cáncer), han tenido mucho que ver en la composición de este nuevo trabajo
O: Evidentemente en las letras sí, pero no tanto en la parte musical.
En ‘Victory!’ os atrevéis con ritmos cubanos, grabados con un tres, un instrumento que me imagino que habrá sido muy inspirador, ¿verdad?
P: Sí, he estado escuchando a Arsenio Rodríguez mucho tiempo y el año pasado finalmente me decidí por comprar un tres. Una de las primeras cosas que se me ocurrió… acabó convirtiéndose en esta canción. Este proceso es, en cierto modo, una parte de nuestra investigación y trazado de esas raíces que comentamos que nos llevan a profundizar aún más en la diáspora africana.
Vuestro primer single, ‘Yes I Am’ suena como una verdadera declaración de intenciones…
M: Creo que en cada álbum hemos descubierto cosas diferentes. Este ambiente del que hablamos fue nuevo para nosotros y estoy segura de que seguiremos cruzando más caminos en el futuro.
¿Cómo mantenerse en un ‘concepto original’ del góspel y evolucionar a nuevos sonidos?
P: Musicalmente, no tocamos un góspel “tradicional” como tal, y ese es el mensaje que pretendemos dar con nuestro ‘groove’, al que llamamos ‘rhythm and góspel’.
¿Cómo toman este estilo musical en aquellos países donde quizá están menos acostumbrados a este estilo?
P: Pues parece que allá donde vamos, la gente siente el ritmo y el espíritu que trasladamos.
M: Es verdad. Me siento abrumada con el amor y el apoyo que recibimos en cada concierto.
¿Veremos a la banda próximamente en nuestro país?
P: Por supuesto.
M: Espero que España se convierta para nosotros en una especie de “hogar lejano”.
O: Sí, por favor. ¡Amamos a este país y su comida!
¡Espero que nos sintamos realmente ‘gospelizados’ con este álbum!
M: Bueno, si lo escucháis con la mente abierta y un corazón preparado, lo estaréis.
O: Amén.
Texto: José Verdú
