Hace unos años entrevistaba para esta Ruta a Charlie Sutton, a razón de su proyecto Curtis/Sutton y ya me pareció un tipo brillante. No solo en lo musical, sino también en cuanto a su discurso. Unas palabras que ya expresaban su interés en ir más allá en la música de raíces yanqui. Decía que tenía ganas de hacer literalmente lo que le diera la gana. Y es justamente lo que ha hecho en este álbum de impecable título. Porque sí, son canciones que van a las raíces, pero están interpretadas para una época en las que el volumen de novedades hace que muchas veces busquemos algo más que buenas interpretaciones. Dieciséis canciones que parten de Dylan (¿quién no?) y que acaban vistiéndose en base a riffs incendiarios, voces distorsionadas, armonías vocales, folk nasal, melodías tarareables, blues primigenio…Algo que parecería no tener sentido si Sutton no lo hubiera hecho encajar con maestría pieza a pieza. Cual paciente constructor de un puzzle imaginario que acaba dando forma a un disco fascinantes en su variedad.
Eduardo Izquierdo
