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Tito Ramírez & Ian Kay – Sidecar (Barcelona)

Asistimos en la Sala Sidecar de Barcelona al concierto de presentación del larga duración de TITO RAMIREZ, “The Kink Of Mambo” (Volcán/Antifaz). Le acompaña, como telonero, el músico francés afincado en Barcelona, IAN KAY, también con su primer flamante trabajo “A man Like Me” (Hidden Volume).

Ian factura sonidos sesentas, luminosos y cristalinos, hermosas melodías a caballo entre el garage y el beat melódico. Reminiscencias a un Carnaby efervescente y altas dosis de groove. Cuando su figura menuda irrumpe en el escenario sus grandes ojos vivarachos y de magnética mirada seducen. Suena la música y todo fluye. Se desata el baile en la sala.

Ian Kay

Los temas se suceden y el entusiasmo que transmiten se contagia. El tiempo vuela, tocan la última, “El Amor Es Un Bicho” de HENRY NELSON, y se despiden aclamados por un público que pide un bis a gritos. Su primera referencia en el mercado es un 7” imprescindible en cualquier pista de baile, brillante y lleno de matices.

Le llega al turno a Tito. La temperatura sube, ya no cabe ni un alfiler en la sala. Enfundado en unos estrechos pantalones rojos, botines de cuero, y gafas oscuras, el encantador de serpientes se dispone a desplegar toda su hechicería. Han pasado cuatro años desde que se desatará la locura colectiva con el lanzamiento de su primer trabajo, un single que le catapultó a la fama de manera fulgurante.

Oculto tras un antifaz los rumores sobre su identidad crecieron -la gran mayoría pensaba que se trataba de un viejo artista de latinoamérica completamente desconocido- y el disco se agotó en apenas unos días. Los conciertos de Tito siguen generando a día de hoy un gran revuelo y expectación.

Su fórmula es una amalgama con sabor añejo, soul, rhythm and blues, popcorn, cha cha cha y mambo, voluptuoso, lascivo y perverso. Resistirse al embeleso resulta imposible. A medida que se suceden los temas el calor se hace más evidente, las paredes parecen derretirse. El encanto ha surgido efecto, y el tiempo parece detenerse. Un amasijo de cuerpos se mueve al compás en una atmósfera ardiente y humeante. El showman y su espléndida orquesta despachan con maestría todo su arsenal. Tocan sus dos anteriores sencillos “Last Train” y la archiconocida “Lonely Man”, que es cantada al unísono por prácticamente todo el auditorio. El ritmo se mantiene jadeante en el púlpito con las explosivas “T.N.T.” y “Mambo 666”. La enigmática voz de Tito deslumbra con la fantástica versión en clave cha cha cha de “Amanecer Sin Tí” de PALITO ORTEGA. Un espectáculo desbordante y un repertorio sublime de principio a fin. Esperamos volver a ver muy pronto en los escenarios al artista enmascarado.

Texto y fotos: Tatiana Rius

 

 

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