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Monster Magnet – Razzmatazz 2 (Barcelona)

Dave Wyndorf no podía hacerlo de la manera más fácil, lo cual hubiese significado, ya que venía a interpretar de cabo a rabo Powertrip, haber empezado por la primera canción del álbum e ir desgranando las canciones en el orden original. No, estructuró el recital de forma que hilase en el escenario, sin importarle un comino cómo caían las canciones en el álbum. De ahí que el inicio con «Atomic Clock» en lugar de «Crop Circle» también tuviese sentido. Un tema abrasador y denso, «Tractor» para continuar con la llama, luego la sinergia cadencia de canciones con poso (como «Temple of your dreams» o una soberbia relectura de «Baby Göttedämerung») y al final, las canciones que identifican el álbum con un público mayoritario: «Powertrip» y «Space Lord». Bang! Bang! Bang! Si te resistes a eso es que no lo viviste en su momento. El rock and roll llegó a la tierra por momentos así.

Había dudas de si Dave estaría a la altura de las circunstancias, pues en los últimos años ha pasado por todos los modos posibles; desde perder la voz en medio de un bolo para aparecer el día siguiente, en otra ciudad, fumando como una chimenea; estático por un evidente sobrepeso; o dejando a la audiencia a cuadros con una lectura de «Tab» (40 minutos de canción) en los bises. Pero no, llegó el Wyndorf más cercano a aquellos días de Powertrip, cantando relativamente bien (y de forma inteligente, dejando a Phil Caivano algo del peso vocal) e interpretando cada letra de esas canciones con furia y pasión. La banda le arropó y rozó un nivel extraordinario. Claro, que nada puede fallar cuando tienes a dos fieras como Garrett Sweeny y el mencionado Phil a las guitarras, a un batería con camiseta de Sly & The Family Stone, y al bajo, el querido Alec Morton de Raging Slab (mucho mejor aquí que con la insignificante banda de Liza Colby).

Volviendo al cancionero, no sonaron todas las canciones de Powertrip, pero sí el 90 por ciento. Hubiese sido lindo, ya que la idea era hacer el álbum de cabo a rabo, haber escuchado «19 witches» y sobre todo, «Your lies becomes you», uno de los temas más especiales y sofisticados del trabajo. Pero no todo es como uno desea. Aún así, bis de cuatro piezas que empezó con «Twin earth» (la primera que escuché de ellos, hace ya demasiado tiempo) y acabó con «Negasonic teenage warhead», canción por la que Dave debería pagar derechos de autor a Cream, dada la ‘cercanía’ sonora con el clásico «Tales of brave Ulysses». En cualquier caso, escuchar esta y «Look to your orb for the warning» me hicieron arrepentirme enormemente de no haber asistido a uno de los shows en donde interpretaron Dopes To Infinity íntegramente, y que fueron el germen de esta gira conmemorativa. Imagino que no se puede tener todo en la vida. Dave, ahora a por otro álbum. Pero que sea más inspirado que Mindfucker, por el poder que te otorga Powertrip.

Texto: Sergio Martos

Fotos Sergi Fornols

 

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