Encuentros

Jeffrey Lewis, «Mi vida no existiría sin Daniel Johnston»

Dibujante de cómics, músico callejero, estudioso de Watchmen, descendiente de Jonathan Richman y amigo del llorado David Berman, Jeffrey Lewis creció en el Lower East Side de Manhattan sin televisor. De sus padres, beatniks tardíos, aprendió a valorar las rarezas de la vida y a metrallear vocalmente, más que hablar o cantar. Como escribí al descubrirle, hace ya una década: ‘’Neoyorquino militante, sus canciones surgen de una tradición local que se inicia a principios de los sesenta con el revival folk, pasa por Fugs y Velvet, el punk cultivado en las aceras del Bowery, la purificación noise de los noventa, y llega hasta el más reciente anti-folk. Lewis conoce de primera mano las raíces que desgarran el asfalto a ambas orillas del East River, y las devuelve al presente con un irrefrenable talento para generar ese necesario optimismo, nunca resignación, que ahuyente la melancolía en días grises’’.

Presenta su estupendo nuevo álbum, Bad Wiring (Moshi Moshi Records-Music As Usual), con una gira que le llevará —junto a su grupo The Voltage— a Barcelona (19 de febrero, Heliogàbal), Madrid (20, Siroco), Pamplona (21, Nébula) y Zaragoza (22, La Lata de Bombillas). ¡Allí nos vemos…!

¿Qué queda del movimiento anti-folk que sacudió el Village neoyorquino a finales de los noventa?

La mayoría de aquellos músicos y artistas viven hoy en zonas de Brooklyn como Bushwick y Bed Stuy, hay muchos pequeños locales de música en esa área. Ahí es donde está la mayor parte de la acción, y siempre hay nuevos artistas underground interesantes en la escena, como Sourdoe. En algunos de esos locales cambiantes, pues unos abren y otros cierran, hacen veladas de micrófono abierto. Cuando estoy en Nueva York, intento ir a esas veladas una vez a la semana, para tocar mis nuevas canciones. Algunos artistas geniales de aquella escena de finales de los noventa todavía están en Nueva York, como Adam Green y Prewar Yardsale. Otros se han mudado, Diane Cluck, Kimya Dawson, Major Matt Mason o Paleface, que viven en otras partes de Estados Unidos. Pero todavía los veo cuando voy de gira o cuando visitan la ciudad. Siempre hay mucho que ver en Nueva York, aunque los locales cambian continuamente.

Has ido dejando atrás la baja fidelidad de tus primeras grabaciones. Hay más musicalidad en Bad Wiring, producido por Roger Moutenot (Lou Reed, Yo La Tengo, Sleater-Kinney), ¿no te parece?

Es lo que pasa cuando aspiras a hacerlo lo mejor posible. Al principio, cuando eres joven y no tienes dinero ni experiencia, lo mejor que puedes hacer es grabar tu canción en un casete. Puede quedar realmente genial. Más tarde, sigues tratando de mejorar y buscas grabar mejor porque te apetece y tienes más opciones. Se da una cierta magia cuando un artista no tiene esas opciones pero hace grandes cosas con lo que tiene a mano. Cuando te encuentras en otra fase de tu vida y tienes otras posibilidades, puede ser más difícil elegir, ¡algo que no era un problema cuando no había tantas! Aún así, sigo grabando en casa. En este momento tengo una gran pila de unas ochenta canciones grabadas en casa los últimos años. Lo mismo que he estado haciendo durante veinte años: escribes una canción y la grabas rápidamente, en tu casa, gratis. La gran diferencia es que últimamente mis sellos discográficos rechazan publicar este tipo de cosas. En 2001, Rough Trade no tenía problemas en publicar mis grabaciones caseras, pero cuando les envié algunas grabaciones en 2014, prefirieron esperar a que hiciese un álbum de estudio. Y grabé Manhattan, un disco de estudio con buen sonido, creo que es un gran álbum, pero las grabaciones caseras también pueden ser geniales. Creo que publicaré algunas pronto, ya sea con un sello o por mi cuenta.

¿Cuáles son los principales temas o ideas que informan estas nuevas canciones?

Cuando escribo canciones, no pienso en una idea general para un álbum. Cuando recopilo temas para un elepé, generalmente tengo mucho donde elegir, tal vez unos cincuenta compuestos en los últimos dos años. Elijo los mejores, los que creo son más significativos o me parecen importantes. Los grabamos con mi banda y los tocamos en vivo, lo que tiene un efecto sobre los temas escogidos. Mejoran o empeoran cuando comienzan a cobrar vida en escena o en grabaciones. Se convierten en un ser distinto a cuando eran solo palabras escritas en un trozo de papel o una grabación casera. La selección de temas para un álbum proviene de este proceso y, generalmente, muchas canciones quedan descartadas. Las canciones que acaban en un álbum configuran un retrato accidental, una combinación no intencionada de sentimientos, pero dicen algo sobre mí, sobre mi vida durante los dos o tres años en que las compuse. Mi nuevo álbum es muy oscuro, creo que David Berman lo entendió. El invierno y la primavera pasados nos enviamos nuestros nuevos álbumes antes de que se publicasen. Ambos habíamos grabado canciones muy oscuras, él «Darkness and Cold», yo «Depression! Despair!». Pero yo escapé de esa época depresiva, y es muy duro pensar que él no escapó. Sus sentimientos, sus canciones y su cerebro eran, en última instancia, mucho más oscuros que los míos. Su álbum Purple Mountains es más inteligente y horrible que el mío. Él profundizó más en esa oscuridad y nunca regresó. Yo me sumergí hasta el cuello en esas aguas, pero logré salir, no me hundí, finalmente escapé del tirón. Su historia es más aterradora, más extrema, con un mal final. Pero él me ayudó a poner orden en las canciones de mi álbum. Lo mejoró con sus sugerencias.

¿Es «Not Supposed to Be Wise» una referencia a cómo nos manipulan actualmente los medios de comunicación?

Está conectado a eso, a la sombra de la política moderna, pero es una declaración más amplia, una visión más general que se aleja de la tierra y mira a los animales, la vida que vivimos y el proceso mismo de vivirla. Estaba llegando a un entendimiento distinto de esas cosas.

¿Te ves como escritor, músico, dibujante de cómics … o las tres cosas en un solo cuerpo?

Es una pregunta difícil, cuando tengo que rellenar impresos para los impuestos, o cuando vuelo a un país y paso la aduana, siempre me topo con esa línea que dice ‘’ocupación’’ y tengo que escribir una palabra para decir ‘’lo que hago’’. Supongamos que ‘’artista’’ es la descripción general: o sea, mi trabajo consiste en hacer cosas a partir de mis pensamientos, de cualquier forma que pueda. Esto significa hacer cómics, canciones, canciones ilustradas, videos musicales y actuaciones.

Como amante de las palabras y el lenguaje, ¿cuánto crees que malinterpretan la realidad?

Las palabras dan forma a nuestra comprensión de la realidad, lo que nos permite manipular aún más la realidad y nuestra relación con ella. Qué pensar da un poco de miedo, es una gran responsabilidad. Puedes pensar cualquier cosa. Nuestras cabezas están llenas de palabras, generan sentimientos que producen más palabras, y estas crean más sentimientos. Pensando puedes encontrarte en un lugar terrible, un lugar del que parece que no podrás salir por ti mismo. Como cuando un país parece estar destinado a entrar en guerra, sin forma de dar vuelta atrás, a pesar de que nadie en el país quiere esa guerra. Me parece que uno de los trabajos del artista es ayudar a dirigir el barco de los pensamientos, porque las palabras y los pensamientos son un río interminable en nuestras cabezas. El arte puede ser como una carta de navegación. Ni siquiera sé qué es una carta de navegación, y probablemente no tenga nada que ver con los ríos, por lo que es una mala elección de palabras. Pero si escogiera una gran palabra, ¡sería arte! Las palabras correctas en el orden correcto, una después de otra, realmente pueden llevar tus pensamientos a alguna parte, en una canción, un cómic, una película, una conversación o simplemente en tu propia mente.

¿Cómo se está desarrollando tu serie de cómics Fuff? ¿Habrá nuevas entregas pronto?

Sí, estoy esperando la llegada de tres mil ejemplares del nuevo número, Fuff # 12, ¡pronto llenarán mi apartamento! Es un número de gran tamaño, treinta y dos páginas, muy extraño; creo que es una obra maestra, pero me inquieta que la gente lo lea, no sé si les parecerá interesante, pero a mí me lo parece. Ha sido un buen experimento, aunque tardé mucho en terminarlo. Han pasado casi cuatro años desde la edición anterior, demasiado tiempo.

¿Sigues dibujando en vivo durante tus actuaciones?

¡Sí…! Ahora que terminé Fuff # 12, mi próximo proyecto será hacer más canciones ilustradas. Tengo dos ideas que quiero desarrollar.

¿Qué opinas del duelo general por el fallecimiento de Daniel Johnston?

No sé si fue general, si fue algo que todos captaron en Estados Unidos o simplemente otra nota en las noticias, un nombre que solo algunos conocían. Mi vida no existiría sin Daniel Johnston, no habría canciones, grabaciones, giras. Mi idea de lo que es una canción, mi idea del poder del arte. Es bastante sorprendente cómo toda mi trayectoria vital se formó gracias a él. Viví una vida desde que nací hasta los veinte años sin tener conciencia de Daniel Johnston, y luego otra bastante distinta, de los veinte a los cuarenta, mayormente gracias a Daniel Johnston. Hay muchos otros factores, pero él fue el principal, la Piedra Rosetta del significado, la acción y la pasión. No sé cuántos artistas se sienten así en este momento. Soy hijo de Daniel Johnston, no tengo dudas al respecto, pero hay otros miles que también fueron engendrados por él, parcial o totalmente. Podríamos organizar una reunión familiar y homenajear al antepasado que nos dio la vida. Me refiero a los primeros quince años de las grabaciones de Daniel, desde los ochenta y hasta el álbum Fun de 1995, que me parece su último trabajo realmente genial. Creo que después de 1995 comenzó a estar en malas condiciones, su voz y su capacidad de crear con ingenio fallaban.

¿Qué ofrecerás en tus próximos conciertos por aquí?

Tengo una larga lista de canciones donde elegir cada noche, es muy divertido. Trato de elegir algunas de cada álbum, y distintas ilustraciones que mostrar, tal vez un poema o alguna versión. Creo que soy el mayor fan de Jeffrey Lewis, es verdad. Soy la única persona en el mundo que ha escuchado todas las grabaciones de Jeffrey Lewis y ha estado en todas sus actuaciones, así que no puedo decepcionar a mi mayor fan. Trato de impresionarlo todas las noches de un modo distinto, para asegurarme de que lo siga siendo. Pienso, ¿qué querría escuchar mi mayor fan esta noche? Si alguien ya me ha visto tocar diez veces antes, o, como mi mayor fanático, yo mismo, me ha visto tocar mil veces, ¿qué sería lo mejor que podría hacer en el escenario esta noche para que sea el mejor concierto que haya visto? Intento que cada noche tenga la posibilidad de ser la mejor de mi vida, pero siempre tiene que ser distinta. Si solo hubiese una forma, no podría ser la mejor de todas; solo puede serlo si aporta una emoción que no había experimentado antes. Cuando estás de gira no sueles escribir canciones, tu actividad creativa es elegir qué hacer cada noche, lo que puede resultar muy creativo y divertido, las diferentes combinaciones posibles. Apunto lo que hacemos cada noche, para no repetirme. Cuando tocamos en Chicago, por ejemplo, miro las notas de las últimas tres o cuatro veces y elijo otras canciones.

 

Texto: Ignacio Julià

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