El nombre de Neil Bob Herd no se hará extraño para los habituales de los sonidos de raíces. Él compartí junto a Sid Griffin el liderazgo de The Coal Porters, banda que apostaba por un sonido bluegrass de influencia punk. El grupo parece haberse desmembrado definitivamente, y Neil ha aprovechado a situación para, campaña de crowdfunding mediante, lanzar su primer trabajo en solitario, acompañado de The Dirty Little Acoustic Band. Aunque, a pesar de lo que su nombre indica, el sonido del disco es menos acústico de lo que pueda parecer.
Evidentemente no hablamos de rock duro, pero la presencia de las guitarras eléctricas, por ejemplo, es notable. “Buscaba añadir un poco más de twang, electricidad y Americana escocesa la paleta puramente acústica de los Porters, con un sentido del humor irónico y una observación colateral de la condición humana muy evidente”. Y si ese era el objetivo, lo ha conseguido al cien por cien. Esta aventura se aleja del bluegrass y, por ejemplo, se acerca al sonido de bandas como Los Straitjackets, de la que Herd se declara fan absoluto y que se nota ha escuchado mucho mientras grababa este álbum. No, claro que no vamos a oír música surf, pero si una buena dosis de reverb en las guitarras y una concepción de las canciones más abierta, y menos fiel a un patrón concreto. Es un disco elegante y fino, que puede emparentarse en cuanto a honestidad y sobriedad a los últimos trabajos de Luke Winslow King o Levi Parham, y que, desde luego, abre una nueva vía musical para este excelente guitarrista y compositor de canciones.
Eduardo Izquierdo
