Quien pilló y disfrutó en tiempo real la última aventura de peso del bueno de Stiv Bators, a medio camino entre el punk canónico y el siniestrismo típico de la época, primera mitad de los ochenta, no habrá olvidado el paso del grupo por el programa televisivo conducido por Paloma Chamorro, La Edad de Oro. Un programa en el que actuaciones de peso convivían con un desmesurado afán de otorgar credibilidad a una numerosa pléyade de coleguitas y modernos de postín con ansias de notoriedad y escaso talento. Bators sonaba carnal, real y empático, cómodo saltarín sobre un colchón de primera construido por veteranos del mejor punk como Brian James (Damned), Dave Treguna (Sham 69) y Nicky Turner (Barracudas), con la incorporación de un teclista, de notoria presencia pero no merecedor de posar en la foto. Treinta y cinco años después, su paso por el plató de TVE es rescatado con sonido estimable y repertorio sin mácula. No falta casi ninguno de sus himnos, de «Russian Roulette» a «Livin’ on Livin’», pasando por «Black Girl/White Girl» o «Holy War». Algo más comedidos que de costumbre, quizás a causa de sentirse filmados, no pierden el pulso en ningún momento a los temas que les hicieron populares. Para completar el álbum, dos canciones grabadas un año antes, unas «Dance with Me» y «Open your Eyes» que no podían faltar, y que encajan a la perfección en el listado final. Y, para rematar la jugada, se marcan un «You Really Got Me» final de matrícula.
ALFRED CRESPO
