Encuentros

Bear’s Den, tras girar con Neil Young nos visita esta semana

 

Esta semana vuelven a visitarnos para presentar las canciones de su nuevo álbum «So That You Might Hear Me» (Rounder Records-Music As Usual). Apunta la fecha, amante del folk contemporáneo: 14 de noviembre, Teatro Barceló, Madrid; 15 de noviembre, La [2] de Apolo, Barcelona.

Nos encontramos con Andrew Davie en el Waldbühne -el legendario anfiteatro de Berlín- pocas horas antes del excelente show en el cual Bear’s Den se puso a los 20000 fanáticos de Neil Young en la palma de la mano. Desde sus comienzos en el 2012 la banda formada por Andrew Davie (voz principal, guitarra eléctrica, guitarra acústica) y Kevin Jones (voz, batería, bajo, guitarra) a causado sensación. Su nuevo álbum So that you might hear me es el trabajo más logrado del conjunto londinense y ha expandido su sonido a nuevos horizontes. Con su gracia británica y su hablar articulado Andrew nos devela la esencia de Bear’s Den.

¿A quién te diriges en el título del álbum, So that you might hear me (para que puedas escucharme)?

Creo que a muchas personas diferentes. Todas las letras del disco son autobiográficas y tratan sobre el sentirse desconectado de las personas que te rodean. A veces, sientes que es imposible llegar a ellos. Muchas de las canciones tratan sobre mi relación con mi madre, que era alcohólica. Generalmente compongo canciones cuando no tengo respuestas para ciertas cosas, y me siento perdido. Tenemos un par de canciones que resuenan particularmente con la gente. Hay una canción llamada «Crow» en el nuevo álbum y muchas personas se han acercado a nosotros para decirnos que han sufrido una pérdida o algo similar y la canción les ha ayudado. Para ser honesto, si alguien está bailando en el show y se está divirtiendo con la música, eso es tan gratificante para mí como ayudar a alguien que está pasando por algo muy difícil y emocional. Todo lo que estamos tratando de hacer es mover a las personas, de la manera que sea. Hay gente que tiene miedo de escribir cosas que son personales, pues piensan: «Los demás sabrán lo que quiero decir».

¿De dónde viene la idea de «Crow» (Cuervo)?

«Crow» está basado en un libro llamado Grief is the thing with feathers (La pena es la cosa con plumas) de Max Porter. El libro trata sobre un padre y sus dos hijos que están tratando de sobrellevar la pérdida de la esposa y madre. La historia se cuenta desde 3 perspectivas: la del padre, la de los hijos y la de un cuervo que viene y visita a la familia y de alguna manera los ayuda. El cuervo representa el dolor, pero también la esperanza. Me encantó el libro y escuché que estaban por hacer una obra de teatro, así que quise escribir algo de música para esa obra. Cuando me dijeron que ya tenían música, empecé a poner la historia de mi vida en esa forma de usar el cuervo. La frase “I never really thanked you for all the light you brought into my mother’s eyes” (Realmente nunca te agradecí por toda la luz que trajiste a los ojos de mi madre) está inspirada en «Famous Blue Raincoat» de Leonard Cohen. Es un homenaje a él. Creo que esa canción de Cohen es pura genialidad.

¿Cómo trabajas en una canción? ¿Por dónde empiezas?

Tiendo a escribir algunas palabras o algunos acordes y una melodía, y Kevin y yo nos juntamos y probamos cosas diferentes. Es muy colaborativo. «Not Every River» cambió completamente durante el desarrollo. Al principio era una canción con la banda completa, al estilo de Tom Petty, con muchas guitarras acústicas y grandes baterías. En un momento decidimos que no estaba del todo bien, y optamos por más transformarla en una canción de góspel con solo algunos sintetizadores.

En este álbum se mezclan elementos folk acústicos con sonidos electrónicos. Muchas personas piensan que la música electrónica es demasiado fría, ¿cómo armonizáis ambos elementos?

Para nosotros, lo mejor de la música electrónica es cuando se siente como algo humano. Estamos tratando de encontrar sonidos electrónicos que puedas combinar con instrumentos acústicos. Por ejemplo, hay una canción llamada «Fuel On The Fire», que está hecha en base a un sample de voz mezclado con un sample de piano tocados en conjunto. Creo que hay algo bastante humano en eso. También puedes ir hacia el otro lado y tratar de hacer que los elementos acústicos se sientan más programados y eso también puede resultar bastante interesante. Fue divertido explorar todas esas cosas en el disco.

¿Cómo te interesaste en la música?

Fue gracias a mi padre quien sólo escuchaba música clásica. Cuando yo era niño la música clásica me parecía terriblemente aburrida, así que me dijo: «Si quieres podemos escuchar a Bob Dylan o a The Kinks». Mi padre solía llevarme a la escuela y escuchábamos a Bob Dylan en el viaje. El solía parar las canciones y preguntarme: «¿Qué significa esa frase?». Él me estaba enseñando de qué se trata la composición de canciones. Eso fue lo que me atrajo, todo lo que puedes hacer. En una canción puedes hablar de lo que quieras.

Cuando Dylan comenzó, todavía había muchas cosas por hacer. Ahora, 5 décadas más tarde, ¿qué tan difícil es para ti como artista crear algo nuevo?

Por un lado, es más difícil porque ya se ha hecho mucho, pero es más fácil porque el acceso a todo lo que se ha hecho es mucho más sencillo y hay muchas cosas diferentes de las que extraer ideas. Las influencias de las personas se están volviendo realmente interesantes. Comienzas a encontrar todos estos extraños híbridos de géneros.

¿Cómo era la escena musical en Londres cuando empezasteis?

El Londres en el que comenzamos era una ciudad excitante y había muchos lugares pequeños donde tocar. Desafortunadamente, muchos de ellos se están cerrando. Una de las primeras personas que conocí cuando salí de la escuela fue Marcus Mumford (Munford & Sons), luego conocí a Justin (Hayward-Young) de The Vaccines. Estaba aprendiendo a escribir canciones de todas estas bandas increíbles. Entonces conocí a Kevin y empezamos una banda. Definitivamente fuimos parte de un colectivo de interesantes bandas británicas. Cuando todos comenzamos, a la gente le gustaba llamarlo un «nuevo renacimiento folk». Todos empezamos en el mismo lugar, pero hemos ido en direcciones realmente diferentes.

Ahora estáis de gira con Neil Young, ¿él ha sido una influencia para vosotros?

¡Vimos su show anoche y fue de lo mejor que he visto! Neil Young ha sido una gran influencia para todos nosotros, de diferentes maneras. Es alguien que ha desafiado constantemente lo que se espera de él, como compositor y como músico. Es increíblemente inspirador y gratificante estar aquí.

¿Cómo es para vosotros tocar música tan íntima para 20000 personas?

Cuando presentas públicamente canciones tan íntimas y vulnerables, al principio da bastante miedo, pero luego te das cuenta de que en realidad es algo muy poderoso cuando todas estas personas se juntan y todo el mundo está en la misma sintonía. Definitivamente es un desafío, pero la catarsis, la sensación de alivio o alegría de la música, se manifiesta cuando hay una gran audiencia. Es algo mágico.

¿Cómo ha sido vuestra experiencia tocando en España?

Siempre es divertido tocar en España. Mi exnovia vivía en Barcelona, y yo solía ir muy seguido. España es un país hermoso. La gente es muy apasionada y muy solidaria. Nos encanta tocar conciertos en los que hay gente apasionada, es un sueño hecho realidad para una banda. Es la magia de conectarse a pesar de los diferentes idiomas, y ser parte de este gran colectivo de personas que es Europa. No quiero que las fronteras se sientan como fronteras. Hemos disfrutado del lujo que es viajar por Europa y hemos aprendido mucho y nos hemos enriquecido mucho. Creo que el Brexit es algo muy triste y de mentes estrechas.

¿No es una contradicción que todas las nuevas formas de comunicación estén aislando a las personas?

Creo que las personas se están volviendo más conscientes del hecho de que estas cosas que nos dijeron que nos ayudarían a estar conectados nos están separando. Tengo mucha fe en la humanidad, por más difícil que pueda ser. Siento que la gente está empezando a dejar sus teléfonos. Hay un cambio incluso con la música: la gente ha comenzado a comprar vinilos de nuevo, porque es una experiencia que simplemente no están obteniendo del streaming. A la gente le gusta la idea de comprar un disco y tomarse el tiempo para reproducirlo y escucharlo. Eventualmente, llegaremos al punto con los teléfonos donde diremos: «Esto ya no es divertido», y comenzaremos a soltar los teléfonos, a juntarnos con los colegas e ir por una cerveza, en lugar de verlos bebiendo una cerveza en Instagram. ¡Crucemos los dedos!

 

Texto y fotos: Nicolás Coitino

 

 

 

 

 

 

 

 

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda

Síguenos en Twitter