Existe en esta banda estadounidense, que con más exactitud se definiría como el proyecto personal de Andy Cabic, una doble pulsión que alimenta y orienta su personalidad: por un lado se sitúa la prioritaria presencia del folk clásico, y por otro, la querencia hacia ciertos postulados electrónicos o en general aperturistas.
Una dicotomía a priori siempre complicada de congeniar y que, como sucede en este caso también, tiende a entregar algunos resultados no del todo satisfactorios. En esta nueva grabación, la séptima de su trayectoria, no hay sin embargo interferencias ni búsquedas más allá de las fronteras que delimitan el homogéneo carácter impuesto por un folk-pop delicado e íntimo, modalidad de sonido que tendría un muy fácil acomodo en la misma mesa que la ocupada por el M. Ward más sosegado, Andrew Bird o Phosphorescent. Desde la elegancia exhibida por una inaugural «The Living End», y hasta la nostálgica coda que supone «Lost (In Your Eyes)», se irá fraguando un recorrido, decorado con migajas de funk, rock o psicodelia, que obtiene su máximo logro en la consecución de un penetrante ambiente por vía de una interpretación placentera y reposada.
Texto: Kepa Arbizu
