Por primera vez en mucho tiempo, este otoño sentí la necesidad de localizar un tema hipnótico del que no había oído más que algún fragmento en la radio. Me pasó sintonizando con Radio 3, y tuve que recurrir al podcast de “Hoy Empieza de Todo” para averiguar que la canción que tanto me había intrigado era de Rayotaser, grupo de música electrónica de Galicia.
Ahora sé alguna cosa más: que el tema en cuestión se llama “Todo Lo Que Pido”, y que forma parte de un larga duración. Que el grupo arrancó en 2016 con una canción menos complaciente y oscura, llamada “Desconecto”, y que otra composición de 2017 (“No Puedo Hacerlo Mejor”), combinaba de forma convincente, como en un homenaje a New Order, los instrumentos de cuerda eléctricos con la electrónica. En “Robocops”, el álbum que ahora ve la luz, Rayotaser bebe de distintas fuentes, y sigue la estela de algunos buenos grupos. “Si Tú Lo Ves” recuerda algo a Dorian y otro tanto a Gsutavo Cerati; “Si No Lo Pueden Evitar” y “Lo He Oído” remiten a Depeche Mode, “Mientras Tanto” entronca con lo que hacían los Cinnamon Chasers, proyecto de música electrónica de Russ Davies (hijo y sobrino, respectivamente, de Dave y Ray Davies de los Kinks). Luego hay un instrumental de onda house (“Technoapocalipsis”) y un corte (“San Junípero”) que parece una versión bailable de alguna obra de Orchestral Manoeuvres In The Dark. Pero lo mejor del lote es “Todo Lo Que Pido”, que aparece en “Robocops” en formato extendido (¡ocho minutos y medio!) y que es, para mí, lo más evocador que proviene del tecno-pop español desde la desaparición de los muy añorados Astrud. La base instrumental tiene, una vez más, algo de Cinnamon Chasers, pero también ecos de los muy nostálgicos y líricos China Crisis, y la letra es todo un acierto de parquedad, inspiración y de sentimientos apenas esbozados, de mucho espacio entre líneas, que el oyente podrá poblar con sus propias interpretaciones: “todo lo que pido/todo lo que yo soñé/no sé muy bien cómo decirlo/a veces no me expreso bien/cada vez que escribo/la veo aparecer/no siempre voy a estar dolido/a veces me dejo querer”.
Por primera vez en mucho tiempo, una sola canción hace que un grupo me parezca digno de todo crédito. Escucharé con atención todo lo que propongan en un futuro, y cruzaré los dedos para que consigan, al menos una vez más, dar con la combinación secreta, ésa cuya fórmula exacta me es imposible de descifrar, y aún mucho menos describir.
Texto: Alex Fernández de Castro
