Como ese estudiante tocado por un extraordinario talento pero siempre alejado de las primeras filas dado su escaso interés por el hecho de figurar, MC Taylor ha sido capaz de construir —desde un relativo anonimato— a través de su proyecto Hiss Golden Messenger una selecta y personal carrera ligada al sonido americano. Acumulando buena parte de aquellas referencias que durante las últimas décadas han supuesto la columna vertebral de la música popular estadounidense, ha transformado dicho patrimonio en un excepcional alegato propio. Dentro de una producción que en los últimos tiempos no parece entender de interrupciones, sus más recientes composiciones nacieron sin un fin discográfico concreto, sino por la pura necesidad de plasmar y desahogar de manera íntima las errantes sensaciones anímicas que le asolaban en aquel momento. Será gracias a la intercesión de sus habituales acompañantes, entre los que figuran los hermanos Phil y Brad Cook, cuando ese desbordante material logre quedar condensado y canalizado hacia un formato más propicio para desembocar en un nuevo trabajo.
Dado por asumido por lo tanto ese carácter introspectivo y reflexivo que refleja el conjunto, musicalmente adoptará diversas ramificaciones y expresiones, algunas de ellas incluso más arriesgadas de lo habitual y dilatando los límites de una ecuación estrictamente clásica. En ese aspecto destacan la persistente presencia eléctrica, alejada de cualquier desvarío, aplicada a «I Need a Teacher»; el vínculo surgido entre unos jugueteos instrumentales y el verbo susurrante y sugerente de «Old Enough to Wonder Why (East Side-West Side)» e incluso una interpretación blues-funk de lascivo pero sutil perfil («Whip»). El rock americano, de delicada raíz, recuperará el pulso para abrigar con sutilidad a «Bright Direction (You’re a Dark Star Now)» o alcanzando en «My Wing» la estela de los más inspirados Wilco. Unas trazas que se irán despojando de decorados para mostrarse con exquisita desnudez mediante un contenido soul («Down at the Uptown»), en el nada dramatizado minimalismo formulado por «Cat’s Eye Blue» o sirviendo de emotivo y romántico colofón («Terms of Surrender»). Probablemente este álbum no se sitúe en las más elevadas cotas de calidad ofrecidas por la banda estadounidense, pero sí que funciona con exactitud para completar y añadir colorido a una fotografía en la que se diferencia con nitidez una envidiable y ejemplar trayectoria.
KEPA ARBIZU
