Discomático

Disco del mes: The Desert Sessions Vols 11 y 12 (Matador)

Paisaje sediento y poco habitado, el desierto sí ha albergado históricamente el martirio del ser humano. Lo transitaron los judíos en busca de la tierra prometida, y lo cruzaron también los colonos americanos antes de llegar a las playas de California, el más lejano de los oestes, el más deseado de los territorios. En ese desierto californiano se encuentra el Parque Nacional de los Árboles de Josué (Joshua Tree) un tipo de yuca que a los mormones les recordó al profeta judío implorándole a Dios con los brazos alzados, de ahí su nombre. Pero las actividades que nos interesan en esta revista son las de otro Joshua en esas áridas tierras, las del señor Josh Homme, reconocido a su vez como el profeta del stoner (o desert rock) de los noventa. Estupendo guitarrista consagrado en Kyuss, usó el desierto para reinventarse al dejar a esa su primera banda y formar su proyecto principal actual, Queens of the Stone Age (QOTSA). El estudio Rancho de la Luna, sito en la localidad de Joshua Tree, le sirvió de templo para grabar el EP Kyuss/Queens of the Stone Age en marzo de 1995 y allí creó, un par de años más tarde, el proyecto que nos ocupa, en búsqueda de introspección, soledad, y conexión con la tierra y el espacio. Parece obvio que con el paso de los siglos los individuos “designados” por el pueblo siguen buscando enchufar su espiritualidad a las calientes arenas de ese hábitat abierto, de inabarcable extensión.

En The Desert Sessions, Homme se rodeó de la colaboración de muchos músicos, para registrar hasta diez sesiones entre 1997 y 2003, las cuales le sirvieron, en parte, para desarrollar en paralelo su proyecto estrella, QOTSA, aunque con ellos no suele grabar en el Rancho de la Luna. Sí atrajo hasta ese su oasis a Iggy Pop en el invierno de 2015 para trabajar en el acertado y aclamado Post Pop Depression (2016). En la gira posterior nuestro protagonista aparece pletórico a las guitarras, en su cénit interpretativo, junto al padrino del punk. Esa proximidad al mito Iggy Pop se muestra también en American Valhalla el documental sobre Post Pop… donde Homme explica su devenir personal hasta convertirse en la estrella que es hoy en día. Creación introspectiva en el desierto, clímax interpretativo en el escenario y personaje del star system del rock actual, todo en uno.

Homme también tiene tiempo para la comedia y para reírse de su vertiente de estrella del rock, pues aparece en el sexto episodio de la serie Historical Roasts (Netflix), caracterizado de Elvis, el gran mito. El hecho es que comparte facciones con el genio de Tupelo, y no le cuesta marcar su gesto. Pero ciñámonos a su faceta de creador introspectivo en el desierto, pues en estos Vol. 11: Arrivederci Despair y Vol. 12: Tightwads & Nitwits & Critics & Heels, parece que Mr. Homme deja claro que su evolución como artista es lineal como la variable tiempo, pues ha producido un disco ecléctico y diverso, donde no faltan contundentes guitarras, aunque éstas no sean siempre preponderantes.

En la línea de sus últimas grabaciones, el sonido incorpora texturas digitales sin complejos. “Move Together” con Billy Gibbons de ZZ Top a la voz, suena a una mezcla chill out y Nine Inch Nails. En “Noses in Roses, Forever” canta Homme y aparecen más guitarras, pero David Bowie flota en las voces, loops y delays; como en “Easier Said Than Done” el tema final, en el que vuelve a ponerse a Bowie –el de primera época- en los labios. “Far East for the Trees” es un delirio oriental acústico, instrumental, exótico. “If You Run”, cantada por Libby Grace, incorpora deliciosas melodías y efectos de cuerda y “Crucifire”, con Mike Kerr (Royal Blood) a las voces, suena a hit contemporáneo. Por su parte “Something You Can’t See”, con Jake Shears (Scissor Sisters) al micro, despliega la arquitectura newpsychedelia de la década que ya se acaba: Warpaint, Temples o incluso Tame Impala.

También han intervenido en el disco Carla Azar a la batería, colaboradora habitual de Jack White, Les Claypool (Primus), Matt Sweeny (Chavez), el actor Matt Berry, así como también la batería australiana Stella Mozgawa, de Warpaint, y el cofundador del Rancho de la Luna David Catching. En definitiva, un disco con el que Josh Homme vuelve a estar de actualidad, en el que retoma un proyecto pausado para demostrar, una vez más, libertad de asociación y creación, y estilo propio sin la necesidad de repetirse o de seguir precepto alguno. Maneras que no están al alcance de todo el mundo.

Texto: Pacus González Centeno

 

 

 

 

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