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Diamond Dogs – Kafe Antzokia (Bilbao)

Un jueves no es día demasiado habitual para una noche de Rock´n´Roll escandinavo, festivo e incendiario, pero las giras concentradas es lo que tienen, que hay que tocar cuando haya hueco. Y así, cumpliendo la séptima cita de las nueve que conforman su gira estatal, Diamond Dogs se presentaban en un Antzoki que siempre les ha traído buenos recuerdos, no en vano su trabajo de 2015 “Quitters And complainers” traía un Bonus CD de 12 temas grabados en directo en la sala bilbaína.

Y la noche prometía una descarga incendiaria de los de Sulo Karlsson y compañía pero se quedó en una actuación más que correcta, sin más. Se espera calidad de ellos y la dan, se espera corazón y lo ponen pero a veces es complicado lidiar cuando la sensación es que el ambiente está un pelín frio. Y está claro que si sólo el líder del grupo tira del carro para calentar el ambiente, a veces la cosa no funciona. También ayudaron las ganas de pasárselo bien del guitarra Martin Thomander (de blanco impoluto y contento al ver el bailoteo de cuatro señoritas muy entregadas a la diversión rockera, al borde del escenario) pero el resto del grupo basculaba entre cumplir con el expediente o pensar en sus cosas. De ahí la relativa frialdad.

Un total de 19 canciones para casi la hora y media de actuación, comenzando con “Every Little Crack”, que sonó peor que la segunda, “Valentina, Queen of the Broken Hearts”, uno de los nuevos temas de su último disco, el recomendable “Recall Rock´n´Roll & Very Soul”. También cayeron del mismo trabajo el tema que le da nombre, “Recall Rock´n´Roll” (tras previo aviso de que ellos tocan Rock´n´Roll aunque ahora abunde la basura de los Dj´s), “Singin´ With Elvis”, su momento balada y no fue el único, o “”There is a Fire Down Here”.

Sulo sigue manteniendo esa voz medio rota, su look canallesco de americana y pañuelos al cuello y, cómo no, su faceta de animador de la fiesta. No paró de intentar mover e implicar al público, que coreó un par de canciones aunque no con el convencimiento de cuando tiras de puño en alto vociferando algo que esperabas escuchar desde hace varios días.

Y moviéndose entre el sonido Faces, los toques Stonianos tan reconocibles, un poquito de Slade, y el ritmo clásico del Rock de las décadas cincuenteras y sesenteras, discurrió la actuación de los de Katrineholm.

También sonaron clásicos de la banda como “Hand On Heart” (con las guitarras puramente stonianas), “”On The Sunnyside Again” y “Goodbye Miss Jill”. Un par de temas más en un bis rapidito, Sulo que se va y deja ahí a los dos guitarras y al bajista para que se marquen una mini jam tan corta que ni dio tiempo a disfrutarla. Lo dicho, estuvo bien pero pudo haber estado mucho mejor, cosas de un jueves por la noche.

Texto: Michel Ramone

Fotos: Dena Flows

 

 

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