Hay muchos momentos en los que me siento completamente convencido de que el rock nacional vive una de sus mejores épocas. Me ha sucedido ya varias veces este mismo año y me alegra pensar que aún me quedan más de dos meses por delante para cerrar el periodo. El pasado sábado tuvo lugar una esperada cita, era el momento de presentar «Sonora» en Barcelona, el nuevo disco de Arizona Baby. Un trabajo que empieza con un excelente diseño y que contiene esa clase de canciones que años atrás nos habrían hecho dudar de si su origen es nacional.
Con la sala llena y desde un acorde atronador, comenzaron el concierto con «The Truth», ya fuera para intimidar desde un inicio o para dar espacio al plato fuerte. Éste serían los temas del nuevo trabajo, pues siguió «UpDownAroundGo» y «Videotapes», el que se pretende como un sentido homenaje a una adolescencia en los noventa, donde la lectura viajaba encuadernada y los conciertos se veían en VHS’s regrabados y trillados.
Con orgulloso agradecimiento y uniendo tierras sobre el mar a través de la música su ya inseparable <16 Tones> en versión bilingüe y de regusto a mineral arenoso en los labios. Vistas a su álbum del año 2013: The Truth, The Whole Truth & Nothing But The Truth que recordaron con «If I could». Avanzaron el setlist entre palmas y bailes de la audiencia hasta llegar al incombustible «Shiralee» para cerrar su concierto.
Fueron muchas las cosas que demostraron y siguen demostrando en ésta última gira. Un cruce de rock acústico redneck, polvoriento y rabioso desde la guitarra del Sr. Marrón y que viaja como una bala hasta la esencia del mejor rock alternativo de Javier Vielba para encontrar entre ambos el equilibrio a la percusión con Guillermo Aragón.
Son ya una banda de primera, en disco y cada vez que se suben a un escenario. Long Live Arizona Baby.
Texto: Mario Silvestre
Foto: Cristina Garrote
