Encuentros

Malacara Blues Band,carreteras de rock, autopistas de blues, vías secundarias del folk y caminos de country

Miles Down Blues (Producciones Acaraperro, 2019) es el último trabajo de la Malacara Blues Band. Sus canciones. Tal y como reza la nota de prensa: “Sus composiciones recorren toda la vasta extensión del amplio mapa de la música norteamericana de raíces sin detenerse demasiado en ninguna de las estaciones de servicio. Un viaje que visita los lugares comunes de tan vasta extensión de terreno contemplando el horizonte desde el punto de vista del que viene de otras latitudes. Su mirada recorre las carreteras del rock, las autopistas del blues, las vías secundarias del folk y los caminos del country que dan forma al plan de ruta del cuarteto.”

Xavi Malacara, vocalista, guitarrista y principal compositor, responde al cuestionario rutero y nos cuenta cosas del pasado, el presente y el futuro de la banda.

Es inevitable referirse a tú pasado como cantante de Karma Police. Tuvisteis cierto éxito, girasteis mucho, llegasteis lejos en los concursos de la época, abristeis para Coldplay, tocasteis en USA y tuvisteis distribución europea de algún disco. ¿Qué recuerdas de esos años?

Que buena oportunidad me das para hablar de esa época. Fue un tiempo emocionante para las bandas de aquí. El Brit Pop, el Grunge, el Indie, la Barcelona post olímpica. La ciudad vibraba con la visita de las mejores bandas y las compañías independientes sacaban buen material. Fue un buen momento, dejamos tres buenos discos y muchas experiencias que contar.

El proyecto Malacara nació relativamente poco después de la disolución de Karma Police. Pero ha cambiado notablemente desde sus inicios… Con pequeña residencia por USA incluida. Cuéntanos un poco la historia de esos días…

Cuando acabó la época de Karma Police conocí a Fran Iturbe (guitarrista de Erentxun y Bunbury) escribimos canciones juntos. Nos presentamos en Barcelona y en Los Angeles. Ciudad a la que vuelvo siempre que puedo ya desde la época de Karma Police. Con Fran hicimos buenas canciones pero el proyecto no fue más allá. Seguimos en contacto y de vez en cuando planeamos volver a escribir. Luego la falta de tiempo,  nos corrige.

Tres años después de un E.P. (La Flor en el Precipicio, Barbados, 2007) llega el primer larga duración, Manual Para los Lunes (2010). Ese disco parece adivinar lo que será la banda en el futuro pero, súbitamente, ponéis punto final a esa formación… ¿Cuál fue tu reacción ante ese final?  ¿Qué dirección querías que tomara tú carrera a partir de ese momento?

 Fue un periodo complicado. En 2008 se empezó a notar la gran crisis. Había, por un lado, empacho de producciones y por otro lado, la actividad se paralizó. Nos auto-producimos porque las compañías independientes se comportaban como las majors y era una pereza dirigirnos a ellos para ofrecerles lo nuestro. Al final y después de unos cuantos buenos conciertos, lo dejamos. No fue un final abrupto, dejamos que ocurriera y ya. Me sirvió para recuperar la guitarra. Llevaba años haciendo de frontman y dejé mi lado más folk.

Miras hacia el blues en la primera grabación de Homeless Blues junto al guitarrista británico Tony Wilson y esa es la primera piedra de la Malacara & Wilson Band ¿Cómo llega uno desde el pop de tus inicios hasta la música de raíces en la que te desenvuelves ahora?

La culpa fue de Elvis. De joven escuchaba a Dylan. El indie me apartó de la música de raíces un buen tiempo. Después, conocí un viejo bluesman que me enseñó a tocar la armónica y todos los palos del Blues. Un viaje de Memphis a New Orleans, acabó de engancharme. Como te decía, me apareció en youtube el video de la última actuación de Elvis. A penas tenía forma su cuerpo, estaba rígido, las facciones de su cara también. Pero su voz y su mirada, no parecían de este mundo. Creo que repetí ese video más de trescientas veces. A partir de ahí, la mezcla estaba servida. Agarré la guitarra, la armónica y empecé a escribir de nuevo.

¿Cuáles serían tus referentes dentro del amplio abanico del blues, el country, el rockabilly y hasta el jazz? Te lo pregunto ya que creo que la mezcla de todos esos estilos en las dosis justas es una de las bases de vuestro sonido. Nada inmovilista y muy abierto a pellizcar diferentes géneros para crear algo con personalidad propia…

Pues en las estructuras, somos deudores de Charley Patton. Me gusta la repetición de patrones y su forma de explicar cosas. La suavidad de T-Bone Walker, el optimismo de Otis Rush, por poner algunos ejemplos.. La influencia del Blues británico la pone Wilson. También los pellizcos al jazz. Cuando llegas a Elvis, te vas a Hank Williams. Me gusta la música tradicional americana, en cualquiera de sus formas. Nuestros conciertos a veces son de dos horas y tenemos ocasión de interpretar los clásicos. También, sigo muy de cerca  la nueva escena. Gente como CW Stoneking, Pokey Lafarge, Fantastic Negrito, Daniel Romano o Jake la Botz.

Editáis un segundo trabajo, Summer Camp Blues (2017), que se convierte en la banda sonora de una obra de teatro, La Peixera,  y habéis tocado en vivo en representaciones si no voy errado. ¿Qué tal la experiencia?

Tenemos la gran suerte que todas nuestras composiciones acaban formando parte de alguna Banda Sonora de Teatro o cine. Esto es bueno para la promoción y las ventas de cd’s.  A la gente del teatro les gustamos. Hemos ido de gira con las compañías, poniendo música a las obras y abriendo la velada. Es toda una experiencia mezclar teatro y música. Son mundos diferentes que se atraen. Cuando una de tus canciones acompaña una escena, la canción adquiere una cuarta dimensión. Es un regalo participar de todo eso.

Miles Down Blues, editado por Producciones Acaraperro en el presente 2019, es vuestro último lanzamiento y es un ejemplo claro de esa mezcla de estilos de la que hablábamos con anterioridad. ¿Satisfecho con el resultado final?

Satisfecho. Las canciones del “Miles Down Blues” las escribí en un momento complicado. Se escribieron solas. Sólo tuve que escribir lo que veía y las palabras se juntaban. La banda tocaba cada semana y teníamos la “mano caliente”. Sabíamos lo que queríamos y todo salió como esperamos. Es un buen disco. Buenas canciones. Es honesto y nada pretencioso. Como dice el “Joker”,  nuestro batería: “hecho con pasión, humildad y harmonía”

Mario Cobo ha ejercido (y ejerce) de omnipresente productor. ¿Qué aporta al proyecto y que te hace confiar en él para esa tarea?

Mario es el Productor de nuestros tres discos. Trabajar con Mario, es asegurarte que todo va a acabar bien. Hasta ahora ha sido el quinto elemento. Sus producciones combinan una mezcla de artesanía y genialidad. Aprovecha la idea original, la exprime para que no pierda su esencia y tiene mil recursos en el estudio. Un tipo inteligente. Creo que es parte de la magia de que nuestro proyecto siga avanzando. En lo personal, además tenemos una buena relación. Ya estamos trabajando en ideas para el siguiente disco. Así que,  todo en orden.

Te desenvuelves por igual actuando en solitario que acompañado por la banda. Imagino que con la dificultad de los tiempos que corren hay que ser versátil para poder tocar en cualquier formato… La dura realidad del músico en nuestro país… ¿De qué manera encaras las actuaciones solo y las de la banda? ¿Qué diferencias hay aparte de tener mayor respaldo instrumental?

Tocar sólo es una experiencia dura. Siempre he tocado con bandas. Pero es muy recomendable. Últimamente me contratan más veces en solitario. Hay un tema de costes pero también de problemas de ruidos y esa historia de siempre. Es la dura realidad, como dices. A los conciertos en solitario les doy un toque más folk. Aún me sorprende que la gente no se mueva de su asiento en hora y media,  escuchando a un tipo cantando y tocando la guitarra. Pero es así y eso me motiva a seguir tocando solo. De estas actuaciones, aparece la inspiración para nuevas canciones. Aunque sigo pensando que nada como tocar con banda.

Para finalizar, Tony Wilson abandona poco después de la edición de este último trabajo.  ¿Vais a seguir en el formato trío o tienes en mente incorporar un nuevo guitarrista?

Sí, Wilson se retira. A finales de los 60’s tocó con los grandes por UK y Europa. Hemos editado tres discos con él. Voy a echar de menos largas conversaciones y su punto de vista. Sé que se iba a navegar por Las Antillas a disfrutar de su retiro. De momento el formato trio con contrabajo, nos está dando buenas sensaciones. Estamos disfrutando y el público también. Así que, de momento, nos quedamos así.

Antonio Aguilar

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