Encuentros

Ana Béjar, intensidad sonora

 

Antes de lanzarnos de lleno a su futuro nuevo disco en solitario, Ana Béjar nos ha regalado una joya en forma de EP de versiones titulado Everything I say. Cuatro temas que versiona magistralmente de la mano de sendos artistas y que hace totalmente suyos. Entre las caciones que ha escogido, la impresionante versión de Vic Chesnutt que da título al disco, “I Feel Love” de Donna Summer, “Ponce de Leon Blues” de Beachwood Sparks y “The Ship Song” de Nick Cave & the Bad Seeds. La espera merece la pena, escuchar este EP es una delicia que no debéis perderos. Hablamos con ella de la gestación del mismo, de sus canciones y de sus numerosos proyectos.

Muchos se preguntarán por qué decidiste sacar un EP de versiones en vez de un disco con temas propios después de The Good Man, de hace tres años. ¿Cuál es la razón de este delicioso puente musical hacia el que entiendo será tu primer disco largo después de The Good Man?

Creo que este disco refleja mi afán por explorar y profundizar en construir canciones a mi propio modo, aunque no sea muy ortodoxo a veces. Las versiones fueron surgiendo fortuitamente y en Madrugada Records me animaron a publicarlas conformando un disco; verlas ahora juntas me llena de satisfacción.

En cuanto a los tiempos, mi objetivo nunca fue publicar LPs con regularidad; poder llevar mi ritmo es un privilegio que me concedo. Mis últimos tres años han sido especialmente prolíficos. A raíz de la calurosa acogida de The Good Man toqué y viajé más de lo que esperaba; y también surgieron proyectos como “Lejos está el que mira” con la artista sonora Edith Alonso, entre otros. También he impartido talleres de creatividad musical y me han invitado a participar en discos tributo como el de Vic Chesnutt y Nick Cave, de los que precisamente nace este EP.

Cuéntanos un poco por qué has elegido estas canciones y no otras, las has hecho totalmente tuyas. ¿Qué es lo que te aportan estas canciones que se integran tan bien en tu propia sonoridad?

Madrid, México, Algeciras y Barcelona son los puntos de partida. Los mexicanos Música Solar me invitaron al tributo de Cave y elegí “The Ship Song”, mi historia con este sello comenzó hace unos años, cuando grabé “La materia no existe” de 713avo Amor.

Desde Barcelona varios artistas están grabando un homenaje al gras Vic Chesnutt y mi aportación es “Everything I Say”, canción que da título a este disco.

En Algeciras grabé “Ponce de Leon Blues”, a modo de ejercicio emocional y carta de amor.

“I Feel love” lo grabé en mi estudio en Madrid. Es una canción especialmente hedonista para mí y auto-dedicada, una suerte de fiesta particular donde descalabro guitarras y sintes, las bases rítmicas suenan a un corazón desaforado; y emito gritos y gemidos a discreción. Supuso un gran reto llevar este tema a mi universo y fue muy divertido.

Has grabado el disco tú misma y tocas casi todos los instrumentos. Y también produces. Es tu propia visión. Supongo que es más fácil conseguir transmitir lo que quieres cuando tienes todo el control sobre tus canciones y todo el proceso de grabación de las mismas. Esto también implica un trabajo en solitario, un estar con una misma, darle la vuelta a las canciones desde la soledad interior. ¿Crees que eso ha influido a la hora de acercarte a las canciones y tomar distancia de las originales para hacerlas tuyas?

Mi faceta como productora me permite contar historias tal y como yo deseo, es mi mirada y no la de otros; puedo experimentar a mi ritmo hasta encontrar lo que busco, que no tienen por qué resultar interesantes a otro productor pero sí serlo para mí.

Es un disco íntimo y que desnuda casi las canciones, pero a la vez directo a las emociones. ¿Era buscada esta intención o te surgió así?

No sé si es intencionado. Son canciones-artefacto desmontadas delicadamente pieza por pieza, vueltas a montar con la una única premisa en mente de que me emocionen.

Hay tres colaboraciones: José Ojeda, David García Bonacho y Conrado Isasa. ¿Cómo nacieron estas tres colaboraciones y por qué ellos?

Me siento muy afortunada de llevar años colaborando con estos músicos.

José Ojeda y yo hemos trabajado en discos anteriores de ambos, compartimos gustos y nos es muy fácil conectar; Ojeda es un músico muy elegante y nos movemos de maravilla en los paisajes sonoros más “lynchianos”. Conrado Isasa tocó conmigo durante la gira de The Good Man; con su línea de lap steel en el tema de Vic Chesnutt creo que logra uno de los momentos más emotivos de este disco. David García Bonacho me acompañó con el violín por primera vez en un concierto en Radio 3 hace casi veinticinco años, así que es muy emocionante seguir colaborando juntos; su violín sureño en “Ponce de Leon Blues” es orfebrería fina.

Es tu primer disco con Madrugada Records. ¿Cómo llegaste a ellos y qué te aporta trabajar con ellos?

El sello lo dirige una mujer a la que admiro, además de ser muy buena amiga. En mi anterior etapa en solitario, con Luscinia Discos, disfruté por primera vez de llevar adelante un proyecto desde una perspectiva femenina, algo que valoro mucho, cansada de una industria dirigida y constituida mayoritariamente por hombres. En Madrugada Records me siento como en casa, pues comparto hogar con Javier Colís y Pablo Cobollo, músicos y amigos afines.

El disco lo grabaste entre Algeciras y Madrid. ¿Ha cambiado mucho tu proceso de grabación entre tu anterior EP y este? ¿Y seguirás en la línea en tu próximo trabajo?

No voy con ideas predeterminadas, me gusta que los temas vayan alimentándose de lo que a mi modo de ver necesitan. Con este EP he logrado pequeños espacios desde donde me salto ciertas normas y donde elementos folk, tecno o alt-mericana se dan la mano sin rubor. Cuando otros colegas me aconsejan no ir en una determinada línea, ya sea estilística o técnica, suelo echar un vistazo justamente a ese lugar “poco transitado” y si me “resuena” trabajo en esa dirección, ya sea o no ortodoxo.

¿Cuáles son tus planes de futuro? ¿Cuándo llegará ese esperado primer largo?

Estoy preparando un trabajo conjunto con una colega griega, que espero dará mucho de sí. También comenzaré un proyecto de música experimental donde mi trabajo no será el habitual, pues se trata de la dramatización de textos como actriz. Y por supuesto disfrutando de los últimos retoques de mi siguiente LP, a pocos meses de publicarse. Todo a su debido tiempo, evitemos el modo “streaming fast forward” en nuestras vidas, por favor.

 

Texto: Anabel Vélez

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