A estas alturas lo que pueda hacer Mr. Farrell no impacta a nadie. Ya nos descubrió un nuevo mundo y caló hondo en las vidas de muchos con Jane’s Addiction a finales de los ochenta. Todo lo que ha venido después ha sabido a poco —desde innecesarias reunificaciones de la mítica banda angelina hasta formaciones consolidadas como Porno For Pyros o Satellite Party—, incluyendo su lejano debut en solitario. Ahora vuelve a la carga con este Kind Heaven. Un pastiche que aglutina de todo un poco lo que he hecho en su carrera; partes bailables se dan la mano con el jazz cabaretero sin olvidar guiños al rock alternativo como «(Red, White & Blue) Cheerfulness». Un disco cuanto menos curioso, en el que peca de intentar aglutinar demasiadas cosas en estos nueve cortes, pero así es Perry; siempre un culo inquieto que no se contenta con ofrecer un álbum al uso. Cosa que es de agradecer, aunque ello signifique no contentar por igual a sus seguidores. Un trabajo singular de quién fue en gran parte culpable de la explosión de la escena underground a principios de los noventa. Llamativo, estimulante y peculiar; puntos en común que suelen habitar en sus inusuales propuestas.
JORDI DEL RIO