Parece mentira, pero a pesar que de llevar en marcha —con sus idas y venidas— casi cuarenta años, la maquinaria Graffin/Gurewitz continua funcionando estupendamente. Se entrevé algo de piñón fijo, e incluso una tendencia puntual al hard-rock («Since Now», «Big Black Dog»), pero mantienen la inspiración y siguen teniendo cosas interesantes que decir. Se han tomado un largo descanso. Seis años sin editar material nuevo, que les han servido para tomar perspectiva, de pasado, presente y futuro, volcada en un disco, cómo no, muy político, con el despropósito de la administración Trump como telón de fondo. El trío inicial, incontestable, con esa fantástica autocrítica yanqui que es «Do the Paranoid Style», justifica por si solo la edición de su decimoséptimo (ahí es nada) álbum de estudio. En «My Sanity» recuperan ese punk-rock de trote medio que ellos mismos patentaran y reutilizaran incontables veces, con el mismo acierto y facilidad, por parte de Greg Graffin, para dar con la melodía idónea en un contexto en el que, paradojas del punk-rock de los americanos, un texto agrio e irónico, encaja como guante de seda en un estribillo trufado de armonías vocales celestiales. Así pues, la banda que nos habló de la globalización antes de que la sociedad supiera a qué demonios hacia referencia el término, está de vuelta, sentando cátedra social y musical. Como siempre han hecho. Y claro, solo nos queda darle al ‘’play’’ y sonreír, mientras suenan la espitosa «Chaos from Within» y compañía.
DANIEL GONZÁLEZ
