Se presagiaba una fantástica velada de rock americano y psicodelia con especial arraigo en la música de los años 70 por parte de ambos artistas. Y se cumplió aunque el sonido en esta ocasión no fue tan bueno como nos suelen tener acostumbrados en el Kafe Antzokia. Sorprendió de entrada la humildad de un hombre con un cuarto de siglo en esto como Julián Maeso. Tuvo la humildad de abrir velada para la esperada banda local que presentaba su segundo disco. Claro que también es colega y metió su Hammmond en más de la mitad de los temas del debut de Amann & the Wayward Sons, un todavía recomendable Free Soul cargado de alma y de auténtica libertad.
El rey del Hammond también traía disco nuevo, su cuarto trabajo, con el título de El Sultán de la Sagra. La sorpresa fue cuando le vimos hacer algo nunca visto antes. Tocar la batería y los teclados a la vez, además de cantar, claro. Pero la verdad es que era difícil hacerlo todo a la vez y nos quedamos con ganas de más órgano Hammond y de más teclados. Casi funcionaron en plan jam sesión acompañado por un guitarrista y un bajo poderosísimos.
Aunque traía el disco nuevo no se olvidó sus fantásticos discos pasados y cayeron joyas como la explosiva y muy “Purpleliana”, «Leave It In Time» que siempre te carga las pilas y que sonó muy diferente a la versión del estupendo disco One Way Ticket To Saturn. De hecho sonó más a Cream y a rollo progresivo que a los Deep Purple. Algo similar sucedió casi al final de la actuación con otra perla de dicho disco como «We Can’t Keep On Waiting For» en la que se marcaron un viaje a la India para luego acercarse al Far West y volver a poner detalles tipo Cream. Del anterior Somewhere Somehow también recuperó los mejores temas.
Así, tras un inicio de aires al mejor Joe Cocker con «Before They», cayó la estupenda «I Wonder And Wander», a la que le quitó los toques reggae del disco para darle guapos aromas a Little Feat y dejarnos ya algunos de los mejores punteos de la noche. En «Hanging On A Wire» sonaron a puro The Band. De Somewhere Somehow también cayó la muy americana «The Road Less Traveled». Su fantástico repaso al mejor rock de los 70 volvió a tener paradas en el rock ácido, el jazz-blues, el reggae y el country-rock con más o menos dosis de folk o de rock’n’roll. Lo mismo que nos presenta en sus completísimos discos, siempre entre lo mejor del año y algo que volverá a ocurrir con El Sultán de la Sagra. Hasta se vistieron de sultanes, por cierto.
Era el turno para Amann & The Wayward Sons en una cita realmente especial. Tocar en el Kafe Antzokia el mismo día que publicaban su segundo y esperado trabajo, Drive Home podía ser una enorme responsabilidad. Pero como hicieron en el BBK Music Legends Fest (junto a Beach Boys, Ben Harper o Little Steven), se supieron sobreponer a ello y dieron un esplendoroso concierto tras superar unos breves nervios iniciales.
Por supuesto que hubo mucho espacio para el calentito Drive Home. Un disco grabado en riguroso directo y que suena como tal. Con mucho y buen rock americano eléctrico y de raíces. También con algunos aires californianos y con esa fantástica voz grave de Amann que, por momentos, parece acercarse hasta a Joe Cocker o John Hiatt, además de a Mark Knopfler en los momentos más delicados.. Un disco en el que han añadido más instrumentos aún y con mayor riqueza por ello.
Comenzaron con uno de los mejores de este nuevo disco. Un muy cinematográfico, hasta en su título, «Gone With The Wind», también con buen estribillo y con un órgano digno del mismísimo Maeso. Ahora sí pudimos gozar del Hammond con otro monstruo como el sueco Henrik Larrson del que anunciaron era su último concierto con ellos en una larga temporada. Siguieron con «Wild Ride» y de ahí pasaron a «Flying», la apertura de su debut y con el que nos hicieron realmente volar. Su nuevo «Heroes» sonó realmente salvaje y también moló la pegadiza «Know Yourself» del primer disco. Luego entró el chelo para su «Interstellar Trip» y a continuación se sumó todo un cuarteto de cuerda para el bonus-track de Free Soul, «Tell Her», sonando así más delicada que en el disco sólo con acústica y voz.
Me encantó el tema de apertura del nuevo disco «All The Things He Wanted», con esos aromas a Dire Straits y Chris Rea y más aún ese poderoso tema titular, «Drive Home», que tiene también una emocionante versión desnuda como bonus track en el disco. Mejoró el flamante primer single « Let Me Row», con su pegadizo estribillo y su sol californiano. Con un nuevo tema como «Train To Mars» apareció Mayté a las estupendas voces que dieron más toques soul. En algunos momentos creíamos estar escuchando algún tema de los Waterboys, en otros, con las tres guitarras a toda máquina y 4 voces, parecían los Allman Brothers y no faltó ese tema rollo gótico que combinó a WovenHand con algo de Pink Floyd. El blues a pelo de Pablo estuvo también entre lo mejor de la velada. Al final la cosa se calentó algo más con la potente y pegadiza «I’ve Been Waiting», que en disco tiene más aires funk por la sección de viento. Luego Julián Maeso cogió el Hammond para tocar esa «Ice Breaking Conversations», también con buen estribillo y con vientos en el disco. Para el final se guardaron ese tema cercano al rhythm & blues titulado «Rocking Chair» y también con buenas voces de Julián. Ya en los bises nos ofrecieron todos juntos una muy buena versión del «Running Down A Dream» de Tom Petty y todos fuimos buscando ese sueño. Además nos encantó que vendieran un buen montón de copias de su nuevo trabajo y variado merchandising con sonrisas, fotos y palabras para sus entusiasmados fans. Ahora merecen salir al resto del estado a mostrar u gran estado de forma y su cada vez mayor puñado de buenas y variadas canciones.
Texto: Txema Mañeru
Fotos: Anjie Uribe
