Cuando hace dieciocho meses, Scott McCaughey (R.E.M., The Baseball Project, Tuatara) sufrió un derrame cerebral, parecía que lo habíamos perdido para siempre en la música. Pues bien, no solo no fue así, sino que a los tres días del golpe que paralizó la parte derecha de su cuerpo y después de que un médico le asegurase que nunca volvería a hacer música, estaba componiendo en su cama de la UCI. Lo primero fueron letras inconexas, con las que intentar expresarse y recuperar cierta coherencia. De hecho, este disco surge de la necesidad de dar a conocer esos textos fragmentarios y sus pensamientos incoherentes; y de ahí su voz alterada o títulos como «Bleach Boys & Beach Girls», «Beacon from RKO» o «Pink Bag for Rip Torn». Tras abandonar el hospital, completó en su estudio casero de Portland, con la ayuda de sospechosos habituales como Peter Buck, Jeff Tweedy o Steve Wynn, un álbum fracturado pero igualmente guitarrero que no desmerece para nada la docena de discos anteriores de The Minus 5. Y, más sorpresas, anuncia nuevos discos de sus otros proyectos como Young Fresh Fellows, Filthy Friends, The No Ones o Arthur Buck. Genio y figura (recuperada).
XAVIER VALIÑO
