Encuentros

Ídolos del Extraradio, alimentándose de su propio ruido

Hace unos pocos meses veía la luz ‘’Discurso Caníbal’’, última referencia (y van siete si no me falla la memoria) del trio cántabro Ídolos del Extrarradio. Un álbum cargado de tensión y urgencia, compuesto por doce canciones, que apenas alcanza los veinte minutos de duración. A día de hoy, su maquinaria, a propósito compleja, está más engrasada que nunca. Entre sus afiladas bobinas se procesan un buen compendio de influencias que van desde el post-punk inglés de finales de los 70 hasta el punk ibérico de los Espasmódicos. Imagina a unos Bad Brains bastante más blanquitos o a unos Sleaford Mods con acento santanderino. Obviamente, esto solo puede ofrecernos algunas pistas, probablemente equívocas y que solo consigan distraer la atención del lector, pues el resultado final de sus manufacturas se debe al 100% a su singular materia prima. Culos inquietos por naturaleza, suenan tanto a ellos mismos, que, en cierta forma, han abierto la veda, quizás sin saberlo, a otras bandas cuyos nombres han corrido por más bocas. Ellos, sin embargo, parecen seguir a lo suyo. Así que desde la redacción rutera nos desplazamos hasta su local de ensayo, una especie de caseta, en mitad de un descampado, muy cerca de la costa. Allí esperan Fuzzio, Alex y Guchi. Chocadas las pertinentes palmas, tras las bromas de rigor, me invitan a tomar asiento en un viejo sofá que apesta a humedad. Ellos hacen lo propio. Después me ofrecen una birra de lata. Nos liamos unos cigarrillos y comenzamos a charlar. El viento sopla fuera, haciendo que la maltrecha puerta del local vibre sobre sus goznes. Efectivamente, el otoño ya ha llegado y nos encontramos en el extrarradio de la ciudad.

En este nuevo álbum parece que hayáis dado un paso hacia sonidos más crudos y contundentes ¿Consideráis a ‘’Discurso Caníbal’’ una continuación de vuestro anterior disco la ‘’La llamada del oso’’? ¿De qué forma ha influido pasar de ser un cuarteto a un trio a nivel musical durante este proceso?

Alex: No sé si continuación sería la palabra correcta, tal vez se trate de una inmersión más profunda al camino que elegimos al reconvertirnos en trío. La composición ahora se crea de una forma conjunta, aquí, en el local, donde creemos que es más intuitiva y personal. Nos parece más natural a la hora de interpretar los nuevos temas.

Fuzzio: Bueno, de cierta manera, la forma de hacer las canciones sí que ha sido similar a ‘’La llamada del oso’’, si cabe, mas inmediata que el disco anterior. Partimos de una idea y la vamos dando forma, personalmente, siendo un trio, me he acomodado a ser el único guitarra, y como tal, doy rienda suelta a mis instintos musicales mas bajos…

¿Podéis comentarme algo acerca del título del disco? ¿El discurso caníbal al que os referís, es el discurso imperante, es vuestro propio discurso…? ¿El canibalismo es una metáfora en este caso…? ¿De qué?

Alex: Con ‘’Discurso Caníbal’’ intentamos expresar la idea imperante y absorbida hasta el tuétano en nuestra mentalidad colectiva de lo que se llamó hace tiempo el darwinismo social, la base ideológica del neoliberalismo. Un discurso que desde los 90 nos ha ido poco a poco invadiendo, sin hacer mucho ruido y asumido por gente considerada tanto de izquierdas como de derechas.

¿Le dais muchas vueltas a la hora de elegir el título de las canciones, los nombres de los discos, quien se ocupa del Artwork, etc.?

Guchi: Respecto al Artwork, siempre hemos contado con artistas y diseñadores cercanos a nuestro círculo más cercano.

Alex: La verdad es que los títulos suelen ponerse lo último y es algo que me suele traer de cabeza, sintetizar la parrafada que he escrito. Me parece todo un arte, que a veces se me atraganta. En este caso, el Artwork ha corrido a cargo de Mina K. Ha sabido plasmar el contenido del disco perfectamente.

Habéis grabado y masterizado el disco en Drive División, el estudio de Alex Pis, cantante y bajista de la banda. Todo el mundo podría pensar que es un chollazo poder trabajar de esa forma tan directa ¿Es así?

 Guchi: En cierta manera sí que lo es, sobre todo para Fuzzio y para mi, no tanto para Alex, ya que siempre será más crítico con su propio trabajo que con el de los demás.

Alex: Tiene sus ventajas y desventajas. A veces la urgencia de tener que grabar en un tiempo limitado le da al disco un carácter de frescura que se puede diluir al tener total disponibilidad, en el cual te puedes perder entre tanta opción y posibilidad. También creo que una voz externa al grupo durante el proceso le suele venir bien a la banda para resolver ciertas cuestiones técnicas y que los músicos se centren en su labor creativa.

Fuzzio: Para mí es perfecto, ya que Alex siempre va a intentar sacar lo mejor de nosotros, y se va a obsesionar con ello ¡Es lo mas cercano a tener un esclavo! Eso me hace feliz.

 El disco apenas dura veinte minutos y algunas canciones como Blablá y Hombre normal no superan el minuto de duración. Esa urgencia siempre ha estado asociada al punk y al hardcore, pero, por otro lado, no deja de ser un síntoma de la inmediatez de estos tiempos en los que todo parece ser manufacturado como un producto de consumo rápido ¿Hay, quizás inconscientemente, algo de eso en el disco o es simplemente una cuestión de estilo?

Alex: Es simplemente una cuestión renovadora para nosotros. Habiendo tocado casi siempre en bandas de punk y hardcore la brevedad es algo inherente a nosotros. Con Ídolos incluso, en su día, tomamos un camino más “progresivo” llegando al punto de hacer un tema (“Infanticidio”, Vorágine 2014) de 7,30 minutos. Creo que es muy importante para la salud de la banda renovarse y ponerse nuevas metas, por eso ahora hemos tomado este camino. Nos divierte. También igual es que estamos en la crisis de la mediana edad y es nuestra versión de comprarte una cazadora de cuero y una moto. (Risas)

Guchi: Yo creo que simplemente es cuestión de estilo. Sin más.

En canciones cono Neo-opio describís en cierta manera ese mundo vertiginoso al que antes nos referíamos. Vosotros usáis las redes sociales, algunas bandas de punk (muy pocas) les dan la espalda ¿Creéis que es cuestión de pose? ¿Una banda debe adaptarse a los tiempos que le ha tocado vivir? ¿Es difícil ser consecuente a día de hoy y mantener ciertos valores? ¿Seguís manteniendo el espíritu ‘’Hazlo tú mismo’’?

Alex: En “Neo-opio” no criticamos en sí tanto el medio como el contenido. Vemos como una superficialidad abrasadora, consumista y hedonista-individualista se apodera de todo. Tendemos a veces a criticar el medio, tecnológicamente hablando, cuando el problema es otro ¿Prenderías fuego a los libros solo porque los hay de contenido fascista? ¿Y a los periódicos? ¿A los televisores por su programación? ¿A los discos de los Chikos del maíz? (risas) El problema es quien los maneja, no el instrumento. Aunque el tema de las redes sociales empieza a ser problemático y contradictorio porque, a pesar de que es un medio que nos ha ayudado en algunos momentos a autogestionarnos nuestra propaganda, la incursión, cada vez más abrumadora, de publicidad a base de espionaje es aterradora. A veces al escribir canciones con tintes político sociales (o llamémoslo como queramos) se proyecta una regañina moral que da la sensación de que hablas desde una postura pura. Puede ser esa pose predicadora que te da el formato rock. Y puede que, en ocasiones, nos tomemos demasiado en serio esta contracultura…A mi siempre las letras del punk que cuestionaban al propio punk me han encantado: los straight edge, los anarquistas, los hare-krishna, los anti políticos, GG Allin…. Considero que la autocrítica y el diálogo son elementos básicos para no caer en dogmas. Y en el fondo creo que estas pesquisas están más dirigidas a nosotros mismos, como una especie de recordatorio.

Guchi: No creo que sea cuestión de pose, simplemente cada banda funciona a su manera. Aunque es obvio que las redes están ahí y se les puede sacar mucho partido, son una buena herramienta para hacer llegar lo que haces a lugares y gente donde no llegarías de otra forma. En cuanto al ‘’Hazlo tú mismo’’, por supuesto. nosotros lo gestionamos todo; la producción, la búsqueda de bolos, el merchandising…

Las letras siempre han sido una de los puntos fuertes de la banda y aunque tengan un carácter subversivo parecen no querer prescindir de cierto lirismo. En que forma, a la vez que habéis evolucionado en lo musical, lo han hecho también las letras ¿Tienen ahora un cariz más político y menos nihilista/adolescente?

Alex: Está claro que hay una evolución en el trasfondo ideológico, si así lo podemos llamar. Digamos que en nuestros inicios teníamos una idea nihilista-romántica que, como apuntas, tiene ciertos tufos de adolescente blanco desencantado, algo que todos, en parte, seguimos arrastrando. Tiene su romanticismo, pero es fácil caer en la demagogia barata. En aquellos tiempos nos parecía que cierta música de contenido político tenía el discurso desgastado de repetir mantras o de presentarse como un mitin olvidando la propuesta artística. Pero con el tiempo te das cuenta que esa pose de “todo a la mierda, está todo perdido” últimamente viene desde una posición de privilegio. Así cualquiera es nihilista, con la nevera llena…Al final el abandono de las ideas, así como la dogmatización de ellas, solo crea un atraso social y una justificación a nuestra pasividad. Pienso que, tal vez, más vale escribir sobre cosas que te inquieten en vez de buscar la fórmula para gustar a cierto público, me da igual si hablas de política, amor o decadencia, háblame de algo que me pueda creer. Vemos muy importante cuidar la obra, las palabras, que es donde se encuentra la magia que hace click en las cabezas.

Siguiendo con las letras ¿Os han influido últimamente algunas lecturas al respecto?

Alex: Hay muchas lecturas que influyen en nuestras letras. Últimamente, en mi caso, han sido la historia, la antropología y la teoría política. También me he interesado por la evolución de la composición y los registros musicales que me han influido … fuera de ese espectro creo que solo he leído a Wilde y Lovecraft en los tres últimos años…. ¡Ah! Descubrí “Megg y Mogg” y me enamoraron. Una incorrección impecable y divertidísima. Pero mi influencia literaria más directa desde niño son los cómics; los escritores de finales de los 80 y principios de los 90 (Alan Moore, Grant Morrison, Neil Gaiman o Frank Miller) fueron pilares que me ayudaron a conocer otra literatura, otra forma de ver el mundo, la magia, el animalismo, el dadaísmo, el anarquismo o la filosofía. Y todo esto contado a través de historias de superhéroes. Habría que apuntar que, hoy en día, se les reconoce como grandes escritores, pero en aquellos tiempos no eran más que “gente que hacía tebeos” o se los consideraba como mera propaganda yanqui. Eso hacía que te sintieras como alguien inculto, ahí fue cuando sufrí por vez primera la intolerancia intelectual por parte de profesores, padres e intelectuales. El mundo adulto. Por eso veo tan importante empatizar con las nuevas generaciones, para no convertirte en un carca intransigente. Esos autores se colaron por el hueco de un mercado infantil para poner bombas ideológicas en nosotros con obras rotundas. Tal vez, así es como deberíamos ver la música alternativa, como algo no muy serio (ya valió de tomarnos los gustos musicales como religiones); una puerta que abra algo mucho más grande.

Lleváis ya más de diez años tocando y habéis publicado siete discos ya. Durante ese tiempo ha habido bandas que han surgido después con un sonido y unas influencias similares (salvando las distancias), tales como la URSS, Futuro Terror o Biznaga que parece que hayan tenido cierta repercusión mediática (siempre dentro del underground). Vosotros sois anteriores a estas bandas. Siempre me ha dado la impresión que su éxito tiene bastante que ver con una cuestión de exposición mediática ¿Estáis de acuerdo? ¿Os importa una mierda? ¿Creéis que sigue existiendo cierto centralismo musical? ¿O creéis que se debe a otros factores?

Alex: Es curioso, nos lo dicen bastante. No lo sé, creo que es un compendio de todo lo que expones. Una cuestión puede ser la situación geográfica, está más que claro que vivir en Madrid o alrededores es más accesible la difusión que comparado a vivir en otras urbes. Otra puede ser nuestra actitud despreocupada. Vamos al local de ensayo, hacemos canciones, buscamos conciertos fuera, pero sin ninguna pretensión de crecer o ir más allá. No tenemos manager, ni agencias de contratación ni esas cosas. Porque ni tan siquiera nos hemos preocupado de ello. Puede que igual hubiéramos tenido más repercusión jugando esas cartas, pero también es probable que lo hubiéramos dejado hace años. No hay presiones, ni puntos a escalar que generen tensiones o cansancio. Lo único que hacemos es tocar lo suficiente para tener dinero para el siguiente disco. ¡Pero oye! Si alguien quiere algo de nosotros quizás pueda contratarnos (risas).

Fuzzio: El “centralismo musical” desde luego que ha existido, existe, y existirá. Ese aislamiento tiene desventajas a la hora de poder promocionarte como banda, pero la verdad es que no nos importa demasiado… en el extrarradio no estamos nada mal…

El hecho de ser de una ciudad pequeña y conservadora como Santander os ha hecho vivir al margen de ciertos movimientos. Por otro lado ¿Consideráis que ese aislamiento que comentabais anteriormente puede que haga que ciertas bandas mantengan más vivo su ‘’espíritu’’ e independencia y se vean menos afectadas por las modas?

Alex: Es bastante probable. Dentro del mundo del punk y derivados durante los años se han visto tendencias y como cierta gente (algunos) cambiaba según estas. Las veíamos porque nunca hemos dejado de salir a tocar fuera, pero a veces nos parecía ridículo. Creo que debe ser un problema de las ciudades grandes. Una búsqueda de estar siempre en el centro de atención copiando patrones de quien realmente ha conseguido innovar. En una ciudad como la nuestra, quedarías como un oportunista, ya que nos conocemos todos. Una cosa es que tu sonido evolucione, que experimentes y que cuando ya no dé más de sí, busques otra dirección, otra cosa es que cada dos año formes una banda diferente según lo último que pega, sacar camisetas antes que discos y subirte al carro, no vaya a ser que ya no moles… Imprégnate de todo, pero no imites nada.

Fuzzio: Para mi indudablemente, y al hilo de la pregunta anterior, te diré que gracias a eso hay unas cuantas de bandas en Santander que sí que tienen un carácter muy personal y con un sonido que para mí solo se consigue gracias a ese aislamiento que solamente te deja escuchar y alimentarte de tu propio ruido.

Aparte de tocar en salas, soléis tocar bastante en centros autogestionasdos y gaztetxes y poco o nada en festivales ‘’patrocinados’’. ¿Es debido a lago en particular? ¿Os sentís más a gusto así?

Alex: Totalmente. En el circuito “profesional” de la música hay un millón de irregularidades y malas prácticas. Y cada vez estamos más cansados de ello. Publicidad en los carteles que nadie nos ha preguntado si estamos conformes, menos aún cobrar por ello,” ofertas” para telonear al famoso de turno, obviamente sin cobrar. Y qué decir de esos festivales súper guays que piden ‘’voluntarios’’. Trabajo gratuito mientras suenan ska comunista, en fin. En los circuitos autogestionados tenemos un poco la costumbre de hacer el reparto de taquilla entre las bandas por igual cubriendo antes los gastos de desplazamiento. Lo vemos la forma más sencilla y sana de hacer las cosas.

Una de mis canciones favoritas del disco es Fuego en el Estarbax. ¿Cambiasteis el nombre del   establecimiento por miedo a las represalias de los abogados de la cadena? ¿Son las grandes multinacionales el auténtico enemigo?

 Fuzzio: Yo creo que Alex no sabe como bien como se escribe …(risas)

Alex: La verdad es que no te puedes fiar, aunque Malcolm McLaren nos aconsejaría que lo mejor sería un buen pleito para hacernos famosos (risas). La idea realmente surgió de un clásico comunicado de la Angry Brigade mezclada con la idea de cómo el capitalismo, que en principio nos ofrecía la libertad individual y la pluralidad, al final ha conseguido que todo haya acabado convirtiéndose en la misma cafetería, la misma tienda de ropa, la misma comida, la misma imagen corporativa en cualquier parte del mundo… Una individualidad homogénea. Eso que, curiosamente, asustaba tanto del comunismo. Lo absorbieron todo y hoy en día es una quimera no consumir sus productos de una manera u otra. Tienen la prioridades básicas y secundarias, son nuestros jefes disfrazados de sirvientes, son la absoluta deshumanización con una imagen de diseño “fresco, joven y libre”, son nuestros dictadores amigos.

A raíz de esto, también vivimos en un mundo obsesionado por lo políticamente correcto, situación de la que la derecha parece querer sacar rédito y, por otro lado, curiosamente, la izquierda parece volverse cada vez más puritana ¿Qué opinión tenéis al respecto? ¿Está reñida la subversión con lo políticamente correcto?

Alex: Creo que todo es una cuestión de cultura. Por un lado, los cambios de mentalidad sociales y la visibilidad de opresiones culturales pueden resultar aspectos positivos. Generan una confrontación interna y cuando la gente está acomodada con sus privilegios, sienten el camino a la igualdad como una forma de opresión. Y eso es divertido de ver. Por otro lado, apegarse a unas ideas y no cuestionarlas en todo momento nos llevan al dogma. Quedarnos con la superficialidad del sentido literal de las palabras es un signo de ignorancia. Eso debería estar claro, pero parece que no. No saber diferenciar el sarcasmo, la inversión de los símbolos para destruirlos, la ironía o el dadaísmo de la propaganda directa es de mentalidad dogmática. Parece que se nos olvidan los gulags, en el sentido poético (o no).

Enseguida sale la turba enfurecida, alimentada por clickbaits de un lado y de otro, sin analizar cada problema individualmente y los más importante, informarse. Leer la información de ambos bandos, ser consecuente. También creo que en España existe una incultura política garrafal y distorsionada. Mucha gente se auto declara de izquierdas por el sentido libertino de la vida, de hacer “lo que me dé la gana” y creen que cualquier cosa “provocadora” es un acto político. Su libertad por encima del bien común. Luego abren un negocio muy cool y tienen a sus trabajadores explotados con el sueldo mínimo, eso si les tienen contratados. O gente que habla de la libertad de expresión usando el sexo y su cultura como arma dialéctica, como imagen pura de la libertad. Eso no es más que una herencia clara del resultado de la represión cultural franquista. Entonces tenía sentido que la libertad individual fuera algo a reclamar, hoy creo que es algo ya trasnochado y sobretodo peligroso.

La cosificación de la mujer ya penetra en el hombre. La imagen física como superioridad. Parece que echar un polvo es más importante y “liberador” que intentar un poco de justicia social. A pocos les escandaliza ya el tema del sexo, por favor, cuando hace décadas que se convirtió en una pieza clave del capitalismo. No seas una polla o coño con patas, jipi.

Gatitos, fascio y desencanto… ¿Nos la están endiñando sin darnos cuenta? ¿Ya es tarde para actuar? Ser conscientes del problema es el primer paso ¿Y después qué …?

Alex: El espectáculo político nacional es un esperpento. Cada día creo menos (o nada) en la veracidad de sus palabras. Este es un sentimiento común en toda España. De esto se alimenta la extrema derecha, ya que sus palabras se dicen desde la verdad, una verdad repugnante y terrorífica. Pero no hablan como comerciales y debido a la incultura política de la gente, la demagogia es un anzuelo. Quitarse la corrección política hoy en día es un buen marketing, sino mirad los sillones presidenciales del mundo. En cuanto surge un movimiento popular enseguida vienen los agentes politizantes a encaminar el problema. El 15M fue un ejemplo: amortiguaron la indignación popular entre construcciones socialdemócratas, jipis haciendo malabares y reiki, medios de información cubriendo la noticia sonando “Imagine”. Muchos se apropiaron de un movimiento popular monopolizando su imagen. Así mucha gente se vio apartada. Cómo reconvertir el agotamiento social en un partido socialdemócrata. Lección nº 1.

Volviendo a la música. Creo que este es vuestro disco en donde percibo mayor influencia del punk ibérico, incluso en algún momento me ha sonado la voz a Larsen, pero, por otro lado, sigue habiendo cierto aire a Wipers o a bandas del post-Punk inglés como Gang of Four. A la hora de componer ¿Decidís de antemano las canciones como ejercicios de estilo o soléis partir de un riff o un ritmo en particular? ¿Escribís la letra antes que la música en alguna ocasión?

Alex: Nuestro método de trabajo consiste en trabajar las composiciones entre los tres, apoyándonos en la improvisación para rescatar ideas surgidas de ésta. Con el tiempo nos hemos dado cuenta de que es la forma más artística y menos racional, lo que nos da un resultado más propio y más asimilado a la hora de interpretar las canciones. Los giros estilísticos suelen deberse a la influencia de lo que escuchamos diariamente y también a la idea de intentar no repetirnos y ofrecer siempre algo nuevo. Las letras suelen componerse después o durante la composición musical, pero no siempre es así. A veces rescato letras o escritos de canciones que no llegaron a buen puerto y se adaptan. Creo que a la hora de crear es importante no encontrase demasiado cómodo con los métodos de trabajo, es importante mantener ese riesgo de probar algo nuevo.

Habéis editado el disco a pachas con varios sellos. ¿Se pegaban por vosotros o había que dividir gastos?

Guchi: Solemos coeditar los discos con sellos independientes, ya que de esta forma las copias se mueven más que si lo hacemos por nuestra propia cuenta. Simplemente es eso.

Visto lo visto, parece que los noticiarios seguirán echando cacahuetes al mono que tenéis trabajando a tiempo completo en busca de nuevos temas sobre los que escribir, así que la supervivencia de las letras la tenéis más que asegurada. En cuanto a lo musical, si seguís esta proyección ¿el próximo disco todavía será más punk y más breve?

Alex: No sabemos, puede que sí o puede que hagamos el disco más pop de nuestra mierda de carrera. Es lo bueno de no estar atados a un gran público o a unas cifras que cumplir. Haremos lo que nos salga del culo. Como todo está perdido, no hay nada que perder.

 

Texto: Raúl Real

Fotos: Eva Terán

 

 

 

 

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