Encuentros

Hiroshima, vapuleando al demonio

Están trabajando duro, Sisuca (batería) y Gastón (guitarra). Y los resultados hablan por sí solos. Conciertos demoledores y un segundo Ep realmente contundente sitúan a los dos elementos que componen Hiroshima en lugar destacado de la escena garage – punk rock nacional. Hablamos con ellos.

Ante todo, ¿la idea inicial ya era ser un dúo o simplemente no encontrasteis a nadie más que encajara en vuestra idea de banda?

Sisuca: Nunca nos habíamos planteado ser dúo, surgió sin tenerlo planificado y por pura necesidad. Ambos veníamos de tocar juntos en otra banda en la que no terminaba de haber mucha afinidad ni a nivel musical y había dos partes cada vez más diferenciadas. Entre nosotros todo era mucho más fluido y teníamos los objetivos bastante bien alineados, por lo que soltamos lastre y tiramos solos a lo que viniera. Al principio hubo algún intento de completar la formación con más miembros, pero pronto nos dimos cuenta de que a veces es mejor viajar ligero…

¿Cómo os conocisteis y de qué modo arranco el proyecto Hiroshima?

Gastón: Nos conocimos gracias al ambiente del rock & roll y los conciertos. Yo estaba con una chica, fui a ver en directo a su banda y Sisuca tocaba la batería con ella.

S: Hará como 10 años, yo por aquel entonces tocaba en MovieMakers y la teclista un día me presentó a un tío con una peluca más grande que su cabeza. Unos años más tarde, a la salida de un concierto en el Estraperlo de Badalona, me encontré a Gastón y me dijo que fuera un día a tocar la batería con su banda nueva para echarnos unas risas y pasar el rato. En realidad estaban buscando baterista, pero creo que no me lo dijeron hasta pasadas unas cuantas cervezas para que fuera más fácil convencerme…

Se empezó a hablar de vosotros gracias a vuestro primer Ep, Maquetamina. ¿Como fue la grabación y su edición?

S: Lo grabamos en Kápita Studio en abril de 2017. El sonido es una pasada y a nivel técnico le tienen el punto muy bien pillado, pero tardaron como 5 o 6 meses en mezclar cuatro canciones grabadas en directo. Estaba claro que no éramos su prioridad, jajajaja. Fue una bonita primera experiencia, pero para la próxima vez necesitábamos dejar más claras nuestras necesidades y que fueran más rápidos con la entrega.

G: Como diría Sisuca. «la primera siempre va a la frente». A nivel de toma fue bueno, pero las mezclas no hacen justicia al sonido que buscábamos. Y cuando por fin tuvimos el resultado, para nosotros era ya algo muy desfasado que nada tenía que ver a cómo sonábamos en directo.

Realmente os sitúo en el mapa del punk & roll, ¿correcto?

S: Mola que lo percibas así. Es mucho mejor que el estilo lo diga un tercero a tener que decirlo tú mismo, porque de lo que crees que haces o quieres hacer a lo que sale luego, siempre hay distancia. La idea inicial era hacer garage crudo, sucio y rápido, pero sin hacerle ascos al punk, al surf o al rock & roll. Pero estamos demasiado un poco asalvajados y puede que hayamos acabado tirado más al punk de lo que en principio creíamos.

Ahora publicáis vuestro segundo disco, otro Ep, Demonio, también registrado en 2017… ¿se grabaron en un corto intervalo de tiempo? ¿A qué se debe que Demonio haya tardado tanto tiempo en ver la luz?

S: El Demonio se grabó en noviembre de 2017 con 7 meses de diferencia del primero, pero en esta ocasión la entrega fue al día siguiente, nada que ver con la vez anterior.

G: En realidad Demonio no tardó tanto en ver la luz con respecto a Maquetamina, tampoco tuvimos nunca la intención en generar un retraso entre uno y otro. Lo que si llevó más tiempo fue que algún sello se interesara en plancharlo.

S: Teníamos muy claro que hasta que no nos viniera alguien con una propuesta mínimamente decente, nosotros no íbamos a mover un dedo para mandarlo a fábrica. Toda la gestión de edición y publicación de un disco nos parece súper complicada y preferíamos delegarla en alguien que realmente disfrutara haciéndolo. Y finalmente aparecieron las personas adecuadas para encargarse de ello. En este caso si que mereció la pena esperar.

El disco suena infinitamente mejor, con mejores arreglos sin perder ni un gramo, con perdón, de fiereza y contundencia. Supongo que se nota la mano de Mariconda y Marc Tena como productores, y además con un sello como Grans Records detrás ¿Satisfechos?

S: Muy satisfechos y muy agradecidos. La jugada no podría haber salido mejor. Todo lo que tocan Mike Mariconda y Marc Tena acaba sonando cañón, esas cuatro manos son puro oro y además tienen el culo pelado de rock. Son un combo perfecto y trabajan con mucho cariño y respeto hacia el músico. En breve volvemos a grabar y tenemos muy claro dónde va a ser.

G: Cuando trabajas con gente que se preocupa por entender cómo quieres sonar, las cosas salen mejor. Las canciones salieron con más mala leche porque eso lo supieron captar a la perfección Mike y Marc. Nosotros aportamos nuestra parte cruda y salvaje, y ellos supieron aprovechar muy bien eso a nivel de producción. Fueron muy finos a la hora de plasmar cómo sonamos. Se dedicaron a sacar lo mejor de cada toma y consiguieron que el sonido saliera lo más real posible. La idea de los cuatro siempre fue que lo que sonará en la grabación fuera lo que te vas a encontrar luego en el directo.

S: El Demonio fue editado a medias entre RAT Produccions y Grans Records, ambos sellos de Lleida. Jokin (RAT) y Doménech (Grans) son bastante colegas y surgió la posibilidad de hacer la colaboración entre ambos para sacarlo en el Record Store Day, pudiendo así tener una presentación con mayor cobertura mediática.

El tema «Loser feliz» no tiene desperdicio… ¿toda una declaración de principios? ¿Qué importancia le concedéis a las letras?

G: Indudablemente es toda una declaración de principios. Nos gusta hacer lo que nos apetece sin sentirnos culpables. Vivir en cada momento como nos apetezca sin tener que darle explicaciones a nadie. Quien te siga bien, y quien no te siga mejor que tome otro camino. En cuanto a la importancia que se le da a las letras, varía bastante. A veces simplemente metemos un grito de guerra y otras veces contamos algo más personal. Pero siempre intentamos buscarle el punto divertido. No nos gusta cantar a la tristeza.

S: Nunca antes ninguno de los dos había cantado ni escrito letras, de hecho la mitad de las canciones a día de hoy son instrumentales. Pero había ciertos temas que pedían a gritos tener letra y cuando esto pasa, el que la hace la canta. Creemos que una mala letra puede tirar por tierra una buena canción, por eso y como tampoco tenemos mucha experiencia, preferimos ponerle letra a las canciones solo cuando realmente lo vemos claro o estamos cómodos haciéndolo.

¿Y vuestro proceso compositivo? ¿Cómo funciona?

S: Pues funciona mejor los viernes, después de comer en el bar Ramón y pasando luego por el Sidecar a hacer un cubajillo con Pablo Barfly. Cuando esas circunstancias pueden darse, es bastante viable que al llegar al local salga algo que, por lo menos a nosotros, nos mole. Siendo solo dos, no hay mucho misterio a la hora de componer, o Gastón ya tiene una idea medio trabajada y cuando me la enseña yo se la pongo del revés, le quitó más de la mitad de notas y se la acelero por tres, o simplemente improvisamos. Ya nos conocemos lo suficiente como para saber a dónde va a ir el otro aunque estemos de espaldas.

G: Bueno, nuestro proceso compositivo más o menos siempre funciona de la misma manera: yo me pongo con la guitarra en casa durante 3 o 4 días, monto un montón de ideas, las llevo al local y entonces Sisuca agarra esas ideas, les pega una patada en el estómago, les escupe a la cara, las tira a una cuneta, las modifica de arriba a abajo y ahí es cuando sale la canción.

Empezáis a contar con un buen listado de conciertos a vuestras espaldas… ¿alguna actuación memorable que queráis destacar? ¿Algún compañero de cartel que os haya marcado especialmente?

G: Sería criminal nombrar a unos y no nombrar a otros… hay tantos que de memoria es muy difícil recordar a todos.

S: Para mí, uno de los momentos más importantes para el grupo fue el Bule Bule Toga Fest de Tarragona. Porque cuando Pepe Machete nos incluyó en el cartel sin tener nada editado nos dio un subidón tremendo. Porque allí fue donde nos hicieron la propuesta en firme para sacarnos disco y porque además pudimos disfrutar de un cartelón increíble.

Por último… ¿Hiroshima siempre será cosa de dos, visto lo visto y lo vivido?

En realidad esto siempre ha sido cosa de muchos, porque es muy difícil tirar adelante y funcionar siendo solo dos. Sin nuestros amigos y toda la gente que nos ayuda, esto no sería posible.

Alfred Crespo

Foto: Hiroshima bandcamp

 

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