Otro de los discos rescatados del baúl de los recuerdos; una ardua tarea que pequeños sellos llevan realizando insistentemente. Una pequeña curiosidad de la época dorada de la psicodelia. Desde el contrato con Liberty, que nunca llegó hasta la destrucción de las cintas originales en el incendio del almacén en el que quedaron guardadas, tan solo un par de sencillos dejaron ver lo que se llevaban entre manos One Of Hours. Décadas más tarde, podemos oír ya lo que había en esas grabaciones. Algo que juega en su contra ya que, a día de hoy, poco sentido tiene al compararlos con otras bandas de la época. Haber podido desarrollar una discografía habría dado pie a Shawn Foreman a experimentar más en el estudio, cosa que ya había empezado a hacer en este álbum. Pocas bandas firman su obra maestra con su primer disco. Un buen trabajo, sin más, que podría haber sido el primer capítulo de futuras obras de referencia. Tan solo recomendado para los más versados en este estilo, sin contener nada que sea visto como revolucionario en la época. Un simple divertimento, sin más pretensiones.
JORDI DEL RIO
