Vestido de negro, con la mirada incendiada y las botas afiladas para afrontar un tortuoso sendero hacia la fama, Papi Piernas Largas, ese zangalotín de tres cabezas con un corazón engendrado en el infierno del blues, se planta con Lowdown Ways en el cruce de caminos que conecta la pureza de la música de raíces con la autopista de los asequibles sonidos que seducen al público masivo. Su fichaje por el sello Yep Roc merecía que el trío neoyorquino le echase valor buscando una aritmética que revitalizara sus señas y catapultara su carrera hasta nuevas y prosperas divisiones. Su último trabajo muestra las cartas de esa jugada maestra y demuestra su efectividad en cuarenta minutos de canciones que respiran, confiesan, fornican y beben cual diablillos cachondos y rebeldes. En la frontera del trance creativo que transformó a los Black Keys en una sonrojante pachanga tintada de vacua autenticidad vintage, Daddy Long Legs, hambrientos, han grabado un sudoroso carnaval retrofuturista que ametralla blues, cajun, rock’n’roll y pub-rock para salvar al rocker acartonado y a las multitudes festivaleras adictas al MDMA con un gospel que suena tan puro como el aullido de un lobo antes de corromperse.
RAFA SUÑÉN
