No ha querido esta nueva formación, aunque compuesta por conocidos y reconocidos de la escena gallega encabezados por el infatigable Óscar Avendaño, albergar ninguna duda respecto a la propuesta que se trae entre manos: lo suyo es rock’n’roll de la vieja escuela. Concepto que trae aparejadas una serie de pautas sonoras (crudeza, electricidad, voces rasgadas) al igual que otras relativas a su contenido (nocturnidad, alcohol y verbo airado). Con esas bases perfectamente cargadas en el zurrón, su ejecución recae sobre la sabiduría canallesca del trío. Impulsados por un pub-rock de afilados y machacones riffs, reconocibles por sus formas doctorfeelgoodianas («Encerrados»), la biblioteca de géneros se expande desde el boogie-blues made-in- Los Deltonos («Fireball») hasta incluso uno de los pocos respiros posibilitados por «Desmontando Mecanismos». Espacios relajados rápidamente sepultados por una dominante belicosidad punk, escuela The Devil Dogs, escupida a través de la versión de Mermelada «Marta» o de «Dulceida Debe Morir», piezas de lo que significa un adictivo y salvaje homenaje a esa música endemoniada que resulta, a la vez, salvación y condena.
KEPA ARBIZU
