Recurre el trío, tanto en la portada como en el diseño interior del álbum, a tópicos y parafernalia propia del género como coches de gran cilindrada y alta velocidad, llamas, calaveras, pero todo ello se les perdona en el momento en el que suenan los primeros acordes del tema que da título a su tercer disco. Los barceloneses beben del rock’n’roll, punk y metal a partes iguales, sin florituras y con bastante mala baba, creando una fusión tan particular que se puede identificar a la perfección, siendo su sonido heredero, afín y devoto de formaciones como Motörhead, Zeke, Dwarves, Peter Pan Speedrock o Poison Idea. «Nitrobitch», «Right between the Eyes», «Speed Patrol», «Steamroll the Hammer» o «Hell of a Crossfire» son la representación ideal de la energía que irradian en cada uno de los once temas que dan vida a este trabajo.
RAFA GARCÍA-MORENO
