Discomático

Hugo Race – Stations of the Cross (Bang! )

Resultado de imagen de Hugo Race - Stations of the CrossSe antojaba necesario el rescate de este álbum, verdadero ‘’must’’ para los incondicionales de un músico al que la incontinencia creativa nunca le ha pasado factura. Realmente resulta curioso evidenciar con esta reedición en vinilo la manera en la que Stations of the Cross ha logrado mantenerse en coma tanto tiempo como mera pieza de coleccionista; ahí perdida en la trampa de la edición limitada —originalmente fueron dos mil copias en CD con tres cortes extras—, sin oportunidad para destacar entre la vasta producción discográfica de la que hace gala el señor Race. Cinco lustros bastarían para aniquilar mi interés por artefactos de similares características, pero no es este el caso. Pese a la desnudez con la que el australiano barnizó estas canciones registradas durante una actuación en Módena, Italia, fechada en 1994, Stations of the Cross sigue crujiendo lo suyo; diría que incluso más que otros títulos con los que el ex Bad Seeds consiguió defender su estatus de brillante segundón. Y todo con apenas una guitarra y esa característica voz apaleada, credenciales de una noche que veinticinco años después sigue supurando el efluvio pantanoso de cuando fue inmortalizada. Áspero, apretado y totalmente encharcado por la tradición gospel-blues de Blind Willie Johnson —inevitable la versión de «John the Revelator»—, el disco funciona como un punto ciego entre la actualidad y los años en los que Race comandó True Spirit, intercalando guiños al adorado John Lee Hooker con primitivísimas versiones de temas como «J-Wray Day», temón originalmente editado en el imprescindible Earl’s World. Repito: un rescate necesario.

 

EMILIO R. CASCAJOSA

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