Había dejado a los Byrds y había publicado para Columbia su disco de debut Gene Clark with the Gosdin Brothers, con producción de Gary Usher y arreglos de Leon Russell. Poco más de veinte años. No teniendo el éxito esperado, siguió componiendo y presentando temas para sacar un nuevo disco más acorde a las expectativas que su talento prometía. Durante años se habló de un segundo trabajo que nunca apareció, Sings for You. Ahora nos lo presentan y no son más que demos, a veces deficientemente maquetadas, ideas, bocetos de canciones que, de haber encontrado personas con más fe en su talento, hubieran tenido mejor suerte. Mucha acústica, a veces armónica y su voz con ese fraseo suyo grave y sureño. La raíz country de lo que vendría después. Grandes canciones. No haber sacado un disco con ellas no parecía importarle. Seguía escribiendo y grabando, escribiendo y grabando, escribiendo y grabando —unas trescientas canciones según explicó en una entrevista— y para cuando ficha por A&M y publica The Fantastic Expedition of Dillard & Clark (1968), ninguna de esas ve la luz y pasa a otras nuevas. Aún tuvo tiempo de grabar antes un acetato con seis temas más que aparecen aquí por primera vez y que cedió al grupo The Rose Garden, que solo aprovecharon «Till Today» para su único disco. Se debatió entre el arrepentimiento y la esperanza de volver a volar con los Byrds, y ese y otros demonios espoleaban su creatividad compositiva. Toneladas de grandes canciones aún por salir. El alma al descubierto. La verdad revelada. La promesa por cumplir. Alas por desplegar. Justo para su reconocimiento y esperado por todos.
JOSEP BARBARÀ
