La cuarta visita de la Stacie Collins Band a Rocksound (2011, 2013 y 2015 fueron las previas) congregó a numerosos incondicionales que prácticamente llenaban la sala. La cantante y armonicista de Nashville dio muestras de su entrega desde los primeros acordes de Lost and Found que enlazado con It Ain’Love marcaron la tónica del concierto. Honky tonk, rock & roll, hard rock y boogie se sucedieron en las casi dos horas que permanecieron en el escenario, con coprotagonismo de su marido y co-compositor Al Collins (de Jason & The Scorchers) al bajo y también del guitarrista Jon Sudbury, incendiario en los riffs y punteos y cantando Happy de los Stones . Precisamente cuando Jon empezó su anterior intervención vocal en You Ain´t Nothin’ But Fine ( Rockin’ Sidney), hubo un problema técnico con el bajo que solventaron con profesionalidad. Stacie, con su sombrero de cowboy, incansable al micro y a la armónica, se acordó de su mentor y productor Dan Baird, arengó a los presentes, se subió a la barra y no desfalleció en ningún momento, contagiando a los presentes con su energía. También el batería nos entretuvo con un voluntarioso y extenso solo y cantando Whole Lotta Shakin’ Goin’ On popularizada por Jerry Lee Lewis, ya en la parte final del show, donde volvieron a versionar a los Stones con Jumpin´ Jack Flash. Remataron el bolo y el bis con otra electrizante interpretación de It’s a Long Way to the Top (If You Wanna Rock´n´Roll ) de AC/DC.
Texto: Joan Corbera
Foto: Xavier Mercadé
