Rutas Inéditas

Garbayo habla del Azkena Rock Festival y su obsesión por el rock’n’roll

 

Ignacio Garbayo publicaba a finales del año pasado «Sonido Forestal», una jubilosa a la par que intimista colección de canciones entre el rock y el power pop que no nos dejó impasibles. Este sábado subirá al escenario Love (18hrs) del Azkena Rock Festival y nos ha querido expresar sus sensaciones sobre lo que para él representa este encuentro del rock con mayúsculas, o en otras palabras, el mejor festival de este país.

¿Por qué me dio por obsesionarme por el rockandroll? ¿Era solo una reacción adolescente para sentirme diferente? Aunque Nirvana ya eran supuestamente alternativos ¡y no me satisfacía ese rollo! ¿Qué me pasa? Menudo cristo tenía yo en los 90, mucha confusión y frustración…

“Unsatisfied” de los Replacements me pareció más importante que toda la discografía de Pearl Jam, por ejemplo.

Tan solo las páginas de Ruta66, el Festival Serie B de Pradejón, las tiendas Bolan y Power Records en Bilbao y algunos conciertos en El Canal de Zorrozaurre o la sala Txitxarro en Deba, me salvaban del aburrimiento.

Recuerdo que con uno de mis grupos de entonces quedamos los segundos en un concurso; que por cierto los ganadores eran malísimos, pero como hacían noise rock y era lo que molaba, pues se llevaron el primer premio. Nos lo dijeron así de claro los jueces.

Esa sensación de remar a contra corriente lleva acompañándome todos estos años. Todo va bien, hasta que un día, precisamente porque me encuentro en tierra de nadie, el asunto se tuerce y se va todo a la mierda.

Ahora ya no sé si esto me disgusta o me agrada.

El caso es que en pocos días estaré subido al escenario 3 del Azkena Rock Festival y esto es para mí uno de los mejores momentos de toda mi carrera. Cruzo los dedos para que siga la buena ola y continúe tocando y grabando discos y que a algunos, por pocos que sean, les haga vibrar. Estoy en esa ola ahora mismo y me gusta.

Cuando llegó el Azkena Rock Festival fue como una bomba de oxígeno. Desde la primera edición he estado conectado de alguna manera: como público, currante o parte integrante del cartel. He estado presente en muchas ediciones y siempre consigue emocionarme.

En su primer año vi a Mudhoney y a Sex Museum. ¡Llenazo! Pensé que aquello era un espejismo, creí que jamás se repetiría un festival con semejante ambientazo rockero. Afortunadamente estaba equivocado: solo era el comienzo de la carrera de uno de los eventos más importantes de -¡solo Rock and Roll!- del mundo.

El segundo año toqué con La Secta como guitarrista, y los años posteriores, trabajé en el stand de Munsterama. ¡Ah! También hablé con los hermanos McDonald de Redd Kross, con Ryan Adams, vendí unas camisetas a Johny Kaplan, me revolqué por el suelo, me rompí los pantalones, floté con Violent Femmes, Big Star, the Who…

Sin duda alguna, es el Festival, con mayúscula, en el que más disfruto. Me identifico con la gente, con buena parte de su variedad musical, con sus humanas dimensiones y trato al público.

Diecisiete años después, con una trayectoria más que consolidada como festival, me entran escalofríos solo de pensar que mi música va a ser parte del cartel. Solo espero que a las seis de la tarde de este sábado 22 me encuentre a algún fan y/o curioso que no sepa lo que se va a encontrar, y que salga del escenario “Love” con la sensación de haber descubierto a un artista con carácter.

Hacer vibrar a un puñado de nuevos seguidores. Esa es mi idea del verdadero éxito.

Texto: Garbayo

Foto: Samantha López

 

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