El arco de la entrada al complejo post fabril de la C/ Pamplona 88, alrededor del cual se mantiene uno de los últimos nodos rockeros de Barna, presidía el ambiente de las llamadas a la oración, con la gente agolpándose en Rocksound y Bar Pepe: sabes entonces que la taquilla ha ido bien. Dentro, público joven y sonido notable teniendo en cuenta las críticas que a menudo ha recibido la sala. Swedish Death Candy puso a prueba el forjado del edificio insuflando presión y decibelios, y es que en su homónimo disco de debut buscan diferenciarse, pero en directo funcionan como empresa de derribos. All Them Witches, en cambio, cultivan el stoner diesel, sobretodo desde que han reducido la formación al power trío, fruto de la salida tanto del original Allan Van Cleave como de su sustituto. Se echa a faltar el contrapunto coral que el teclado de Allan daba a las cuerdas, ahora huérfanas en algunos temas, y la banda parece asimismo haber perdido la capacidad de mutar sutilmente el estilo de un corte al otro, técnica que antes bordaban. No obstante, la guitarra de McLeod se acaba calentando, con Parks metiéndole cuerpo con el bajo y coronando con su radiofónica voz. Sonaron los reconocibles “3-5-7” y “Alabaster” de Sleeping Trough The War y “Diamond”, “Harvest” y “Rob’s Dream” de su último ATW, disco del mes de Ruta 66 en noviembre pasado; también “Fish” un nuevo tema aún sin publicar. Había ganas de verles en su primera vez por aquí, pero quizá la gira del anterior disco hubiera sido mejor momento. O tal vez no, quién sabe.
Texto: Pacus González Centeno
Foto: Sergi Fornols
