Llegan desde México con un largo trayecto ya recorrido. En su país y en Latinoamérica son bien conocidos y laureados. Ahora esperan conquistar también nuestro mercado. Vienen a presentar su sexto álbum, Aztlán, producido por Craig Silvey (Arcade Fire, Florence & The Machine, etc.) y los mismos Zoé. Nominados al Grammy como mejor álbum de rock latino urbano, nos visitan en mayo: 23 Moon, Valencia; 25 Razzmatazz, Barcelona; 30 La Riviera, Madtown Days by Jim Beam, Madrid; y 31 Santana 27, Bilbao.
¿Cuáles serían las grandes diferencias entre el público español y el mexicano?
Tal vez la manera en la que disfrutan nuestra música, cada vez se acortan más las distancias y las diferencias son menores.
Zoé lleva varias dos décadas haciendo rock. Cuando uno mira atrás, ¿qué echa de menos? La ingenuidad y/o el inconformismo de la juventud, ¿se han diluido en vuestro día a día?
En el transcurso de nuestra carrera hemos sabido condensar nuestras partes favoritas de cada una de nuestras etapas. Seguimos siendo rebeldes, desde un lugar maduro.
¿Cómo valoráis el éxito que gozáis en México, un país muy marcado por los cantantes melódicos y la música popular? ¿Cómo consigue una banda local hacerse un sitio?
México es nuestra cuna. La clave para nosotros es trabajar sin parar y hacer música que nos guste. El mensaje de nuestras canciones es lo más importante.
¿Creéis que el éxito de muchas bandas españolas en vuestro país puede afectar al desarrollo de la industria musical del propio país?
Nos parece muy interesante que algunas bandas españolas hayan logrado permear tanto nuestra cultura… No hay afectación, la industria se enriquece.
¿Ha podido influir la música española en las tendencias roqueras de México?
Hoy en día la oferta musical es infinita, nos parecería un poco difícil rastrear puntualmente las tendencias, pero estamos seguros de que algo hay de cierto en eso.
Se os ha podido criticar en algún momento por no escribir letras más comprometidas con la política. ¿Qué valoración le dais a este aspecto?
Todos tenemos posturas políticas distintas, es difícil condensarlas todas. Preferimos que nuestra música hable por si sola y que se encuentre sujeta a libre interpretación.
Por otro lado, vuestras letras conectan directamente con varias generaciones, con un aspecto social que define muy bien el sentir de una generación, los cambios evolutivos de las última décadas. ¿Hasta qué punto seguís manteniendo el pulso de la calle y de las vivencias de un sector de gente entre los veinte y los cuarenta años?
Es muy gratificante darnos cuenta de que nuestra música conecta con distintas generaciones, y nuestros seguidores van creciendo con nosotros, son ellos los que nos hacen mantener el pulso de la calle.
Vuestra música bebe mucho de las bandas más oscuras de la década de los ochenta, pero habéis mantenido muy presente la parte orgánica de la banda, sin usar en exceso máquinas o programaciones electrónicas. ¿Cual es vuestra posición respecto a usar la electrónica en el rock?
No estamos peleados con ningún recurso, tenemos influencias muy marcadas pero al final se trata del mensaje de nuestras canciones. Y cualquier herramienta se puede volver necesaria cuando llega la hora de hacer música.
Reptilectric marcó una línea en vuestra carrera. Fue el paso hacia delante que se esperaba de vosotros, y el disco que confirmó vuestras intenciones. Personalmente, pienso que Aztlán sigue los pasos de aquel disco de 2008. Sonidos reposados, atmósferas ensoñadoras, rabia contenida… ¿Cuál ha sido el estado de ánimo a la hora de componer estas nuevas canciones?
Todos tenemos claras nuestras funciones y nuestros roles a la hora de trabajar, aunque al mismo tiempo cada vez es más colaborativo, nos complementamos mejor.
Sois muy rotundos con los títulos de los temas, prácticamente casi todos responden a monosílabos, «Hielo», «Luci», «Azul», «Venus»… ¿seguís alguna estrategia o marca de la casa predeterminada?
Los títulos llegan casi siempre al final, por lo tanto son una consecuencia lógica del trabajo que hay detrás de cada canción. No hay estrategia detrás.
Bandas como Franz Ferdinand han mostrado interés por vuestra música. ¿Cómo surgió? ¿Existe la posibilidad de llegar al mercado estadounidense cantando en español?
La cercanía con otras bandas ha sido algo que siempre parte de amistad y cosas en común. El mercado latino en Estados Unidos funciona como catalizador, aún es todo muy incierto. El mercado anglo es tremendamente competitivo y difícil, creemos en que las cosas deben gestarse de manera natural, si se logra de esa manera, bienvenido. Este año hemos girado por Estados Unidos junto a Metric y July Talk. Una gira muy interesante y que sienta un precedente para como debemos atender las necesidades de una industria eternamente cambiante.
¿Qué bandas mexicanas nos recomendarías?
Reyno, Costera, Little Jesus, Salvador & El Unicornio, Centavrus, Andrea Franz.
¿Qué bandas españolas te han llamado la atención en el último año?
Dorian y Vetusta Morla.
Texto: Daniel Miralles
