Los Estanques son una extraña y bendita anomalía musical que deberían destacar por méritos propios en el habitualmente plano y repetitivo panorama del pop nacional. Extraña porque su música suena a cualquier cosa menos a siglo XXI, como habrán podido constatar quienes se hayan hecho con alguna de sus dos referencias anteriores (Contiene Percal y II) y como esta tercera que nos ocupa. A estas alturas ya queda claro que estamos ante unos músicos excelentemente dotados para recuperar sonidos que parecían ya extraviados en nuestra memoria. Decir que hacen pop progresivo no sería del todo incierto, pero es una definición que se queda corta. En su música hay también soul, jazz, pop clásico y hasta riffs que resuenan al rock más potente. A veces recuerdan a CRAG, otras a Zappa, algo que demuestra su dominio de los palos más dispares. Canciones como «Clamando al Error» o «Deceso Inmortal» podrían ser clásicos perdidos del pop español de los setenta, pero entonces llega el funk a lo Fundación Tony Manero de «Desde Ahora hasta el Final», el rock guitarrero de «Ahora el Tiempo te Sobra», el suave jazz instrumental «Mientras Tanto…» o la magnética «Vicenzo il Camminante» y todos los intentos de clasificarles se desmoronan. Extraña y bendita anomalía, insisto.
FIDEL OLTRA
