Discomático

Chris Forsyth – All Time Present (No Quarter-Popstock!)

Resultado de imagen de Chris Forsyth - All Time PresentNo recuerdo cuánto hace que el nuevo álbum de un músico que desconocía me produce tan inmediato regocijo. Es sonar el primer corte, «Tomorrow Might as Well Be Today», y aflorarme un voraz entusiasmo que parecía olvidado. Debo conceder que el tema, como el álbum forjado por una guitarra que explora el exterior con infinita curiosidad al tiempo que se adentra en sus propios enigmas, es fogosa secuela de aquel inmarcesible «Days» que brillaba en el segundo elepé de Television (y, de hecho, Forsyth recibió clases del propio Richard Lloyd).

El guitarrista de New Jersey, nacido en 1973 y desde 2011 al frente de la incandescente Solar Motel Band, formación de personal cambiante finalmente reducida a trío, vuela ahora a su nombre en este espectacular doble álbum que debería avergonzar a quienes aplauden las soporíferas monsergas de War On Drugs o Kurt Vile. El ahora-es-siempre que intriga a científicos y filósofos por igual fundamenta conceptualmente tan vívido recorrido, lo anuncia el título y lo corrobora la panorámica «The Past Ain’t Passed». Y, aunque cante en «Mystic Mountain», de imperioso riff y majestuoso desarrollo, All Time Present es navío básicamente instrumental surcando las infinitas fronteras del espacio-tiempo o sumiéndote en tus laberintos mentales.

Vieja costumbre digna del perfeccionista, Forsyth nuevamente recupera y mejora un tema antiguo, «New Paranoid Cat», apostando inesperadamente por la brevedad en la vibrante ecuación acústica «The Man Who Knows Too Much». La tónica son aquí los tragos largos, aunque pasen cual suspiro, como en una «Dream Song» —con etérea vocalización de Rosali Middleman— cuyo título no necesita traducción simultanea: esta música existe porque merece existir, condenando al resto de ruidos y letanías que inundan la red global a mera insustancia, imperdonable morralla. Apoyándose en el bajista Peter Kerlin, el multinstrumentista Shawn Edward Hansen y el batería Ryan Jewell, los temas zigzaguean pero nunca desvarían, acrecentando gradualmente su volumen e impulso a cada nueva vuelta, cada acento dejado caer.

Y cuando aparece «Living Out in Cubist Time», trasunto de lo que imaginarían Nels Cline y Thurston Moore en recogido dúo eléctrico, se completa la imagen de un guitarrista superior, que ha bebido tanto de Roy Buchanan, Jerry Garcia o Richard Thompson, como de Jack Rose, Derek Bailey o Michael Rother. Citar a la mitad viva de Neu! viene al pelo cuando el álbum llega a su desembocadura, los veinte minutos de la indescriptible «Techno Top», un «Marquee Moon» para el nuevo milenio, abracadabrante desafío que forja la simbiosis entre el furor y sutilidad orgánicos de las seis cuerdas y el traqueteo minimalista de la electrónica más empecinadamente motorizada.

Un hito: invitar a un deslumbrante guitarrista a esta rave eterna.

 

IGNACIO JULIÀ

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda

Síguenos en Twitter