The Braves predican el mensaje más oscuro del rock trempado y pringoso y su excelente álbum de 2017, All Through Paradise (Spooky Records), ya capturaba esta relación de una manera casi física. Formado en un suburbio de Melbourne, el trío surgió recortando el espacio de seguridad que a veces se establece entre emisor y receptor: con ellos todo suena a peligro. Hablamos con estos asalvajados The Braves en un especial Australia que publicamos en el número de noviembre en papel. Rescatamos esta excelnte entrevista de Emilio R. Cascajosa a propósito de la gira que les trae este mes y que no deberías perderte. Ver fechas en el cartel de gira.
“Arrancamos hace seis años. Queríamos escribir música con muchos cambios para emular la disminución de la capacidad de atención de nuestra generación debido a la saturación de la información. Pensamientos como ese han tenido tanta influencia en nosotros como otras músicas, literatura o películas”.
Son carne de pantano, lo vienen demostrando desde que asomaron la cabeza en 2012 con un rosario de canciones preñadas de guiños ocultistas y latigazos eléctricos herederos del post-punk ochentero y el swamp-rock de la escuela Kim Salmon. Cada nota de aquel disco, cada melodía, son como pequeñas semillas enfermizas clavadas en la base de la columna vertebral de una formación capaz de rescatar el lado más marrullero y cazalloso de The Clash y The Pogues. Esta amalgama de himnos desesperados que bebían de bandas míticas del calibre de X, The Beasts of Bourbon o los mismísimos The Drones terminó convirtiéndose en una promesa en ciernes. Curtidos en garitos infectos y almacenes abandonados, no tardaron en llamar la atención dentro de la escena underground de las antípodas. Tras un rosario de singles, un EP con el sugerente nombre de Contra Tortura y ese fichaje por Spooky Records que devino el magnífico All Throught Paradise, los de Melbourne se sacaron de la manga a principios de año un nuevo disco pringado de guiños a la magia y la paranoia urbanita. Hablamos de Carry on The Con (Spooky Records), un álbum que recupera la ominosa atmósfera del mejor Rowland S. Howard. Que en la canción que lo abre, «Hanging Church», haya colaborado el fallecido Spencer P. Jones es el síntoma de que no hay mayor relevo generacional que este. “Spencer fue y sigue siendo jodidamente maravilloso”. Nadie lo duda y todavía son muchos los que seguirán enarbolando su bandera mientras dure la rabia. Al habla Kelly Watson, guitarra y voz de los bravos de Melbourne.
Carry On The Con (Spooky, 2018), vuestro último disco, posee un sonido extraño y perturbador, diferente al de anteriores grabaciones.
Lo que puede parecer un cambio para el oyente es un proceso bastante gradual para nosotros. La evolución de nuestro sonido es clave para defender nuestra resistencia como banda. Mantenemos nuestro propio interés en la música a través del cambio. Hablo en diversos sentidos: lírico, estructural y sónico. La tendencia en The Braves es intentar alcanzar cada vez nuevos puntos que no hayan sido explorados previamente.
En cierta ocasión te leí en una entrevista soltar esta frase: «Somos anti-género. No queremos acabar metidos en ningún cajón».
Nuestra satisfacción radica en crear música original, algo totalmente propio que escape de una definición o comparación sólida. Nuestro sonido puede aludir a cierto estilo de música, pero el objetivo es crear canciones únicas. Cambiamos mucho de dirección, puede que se trate de un esfuerzo inconsciente para alejarnos de un género o sonido que haya sucedido antes que nosotros. Grabamos South Paw Product con C.S Bishop en un almacén. Utilizamos una grabadora DAT. Ese disco lo considero más bien una rareza con calidad maquetera. Los otros dos discos ya los grabamos en estudio con ayuda de Loki Lockwood (capo de Spooky Records). Él ha fomentado nuestro sonido, empujando los esfuerzos hacia adelante hasta elevar nuestra música. Me quedaría corto al hablarte de lo que supone Loki para nosotros.
¿Cómo definirías la escena actual en vuestra ciudad?
Melbourne es una meca para poner en marcha cualquier banda y tocar. Surgen continuamente grupos interesantes y con una variedad de géneros abrumadora. Es un epicentro para mucha gente talentosa. Las emisoras de radio comunitarias son claves para visualizar la música y el arte en la ciudad y en ese sentido Melbourne es una gran comunidad donde se pueden escuchar voces poderosas que no dejan de progresar.
¿Piensas que hay un relevo generacional en Australia a bandas clásicas como The Scientists, New Christs o The Beasts of Bourbon?
No lo creo. Los músicos que invierten su tiempo en ese gran saco que es la música generalmente son igual de creativos e inteligentes como para al final terminar abandonando y seguir adelante. Aunque esa influencia esté ahí con cierta dignidad, no he escuchado todavía nada igual que nazca directamente desde aquí. En el caso de The Braves la clave es ser lo más originales y fieles a nosotros mismos como sea posible, evitar repetir lo que se ha hecho antes y no saltar sobre ese carro que provoca que el proceso creativo de la música sea un concurso de popularidad en lugar de una expresión artística.
Hace unos meses estuvisteis tocando por aquí de la mano de Soulblonding y parece que queréis repetir a principios de año. ¿Qué tal os fue por Europa?
El público europeo europeas es genial. En general sois bastante indulgentes en el sentido en el que escucháis muy atentamente música en otra lengua y vuestra persistencia parece dar frutos. La mayoría de la gente que acudió a nuestros conciertos por España disfrutó del espectáculo, fue como si tuvieran la certeza de que encontrarían lo que andaban buscando: Rock and Roll fuerte y abrasivo. Los europeos sois un poco menos cínicos que los australianos. Ahora mismo nos encontramos grabando un nuevo álbum y preparando nuestro próximo tour por Europa.
thebravesmusic.bandcamp.com
Texto: Emilio R. Cascajosa
