¡Qué tremenda banda! Muy especiales. En nuestro país son prácticamente desconocidos, pero tienen ya una buena pila de álbumes de los cuales el primero, el genial Back to the Grotto, se remonta a 1992. La cabeza más visible —nunca mejor dicho ya que mide casi dos metros— es Tim Bluhm. Igual os suena el apellido por su ex mujer, Nicky, a la cual, además del apellido, le dio canciones, producción y banda de acompañamiento. El apellido ha permanecido intacto con ella tras el divorcio, pero el resto ha sufrido bastante. La mano derecha de Tim en The Mother Hips, Greg Loiacono, no se le queda atrás en nada. Son ambos sobresalientes cantantes, guitarristas y compositores. En esta última entrega lo demuestran con creces y no sobra absolutamente nada. Diez temas que suenan a clásicos atemporales del rock desde el primer instante y siempre con detalles originales que les hacen desmarcarse de la senda del ejercicio de estilo. La maravillosa guitarra slide de «Clean Me Up», el cambio de ritmo de «Hit Me There», la sorpresa en forma de Elvis etapa Las Vegas de «January», la perfecta mezcla Beatles/Stones de «It’s Alright». Las letras son originales y se te clavan de buena manera en el cerebro, cosa que desgraciadamente no abunda en el rock hoy en día. La escritura con plantilla es una plaga en el nuevo milenio. A cualquiera al que le guste el rock en su faceta más amplia pero con matices que te impidan pensar ‘’Esto ya lo he oído’’, le podría entusiasmar esta banda. Intentadlo.
JAVIER H. AYENSA
