Soy de los que no encajó bien que Zach Williams aparcara su carrera en solitario para dedicarse a tiempo completo a The Lone Bellow. Al menos hasta que oí sus primeras canciones. Allí había algo diferente. Evidentemente su aroma folk se alejaba de su habitual rock americano de tendencias soul, pero la voz de Williams y su innata capacidad para las melodías seguía ahí. Con el proyecto más que consolidado, The Lone Bellow lanza ahora este mini-álbum que les sirve de excusa para salir de gira o al revés. Montan una gira titulada TRIIIO en la que pretenden actuar sin músicos de apoyo, con sus tres voces cantando alrededor de un solo micrófono, al más puro estilo Peter, Paul & Mary, y como excusa graban el disco. Eso es The Restless. Seis canciones entre las que destacan la versión de «Pink Rabbits» de The National, convertida en una tonada de los Apalaches, o el tema que da título al disco, donde el bluegrass más oscuro se da la mano con un excelente trabajo vocal. Eso es de hecho lo más destacable de un disco profundamente adictivo: unas armonías vocales absolutamente espléndidas que no pueden dejar a nadie indiferente. Con ganas de más sí que te dejan. Eso sí.
EDUARDO IZQUIERDO