Empieza sonando «Missunderstanding» y la voz de Marianne Faithfull suena envejecida, tanto o más que la de un vino en barrica de roble. Indagando en su génesis, se averigua que sufre de artritis y que le ha costado grabar este álbum, el vigésimo primero en más de cincuenta años de carrera, un disco de folk otoñal que bien se podría equiparar a las American Recordings de Johnny Cash. Con un título sacado de un poema de John Keats de 1817, aquí la cantante de 72 años se ve respaldada por algunos contados amigos que han acudido a su llamada, desde Nick Cave colaborando en «The Gypsy Fairie Queen» hasta Warren Ellis poniendo un emocionante violín en la recreación —por tercera vez— de su atemporal «As Tears Go By», y, en especial, Ed Harcourt, quien firma con ella cinco de las diez canciones. Además de nuevas tomas de «It’s All Over Now, Baby Blue» y «Witches Song», incluye una versión de «Loneliest Person» de Pretty Things, a las que suma más momentos estimulantes: el recuerdo para su amiga Anita Pallenberg en «Born to Live» o su respuesta a los ataques del Bataclan en «They Come at Night», compuesta junto a Mark Lanegan, convirtiendo así en emocionante su más que posible despedida.
XAVIER VALIÑO